La actual situación económica es la responsable de que el consumo en la capital cacereña hayan descendido a niveles "muy preocupantes", por lo que la apertura del centro comercial El Faro no ha hecho especial mella en el comercio local. Así lo considera Mariángeles Costa, gerente de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca), quien aduce que la mayoría de las grandes firmas instaladas en El Faro ya tenían presencia en Cáceres, por lo que el éxodo de clientes que se pudiera producir sería para realizar compras de productos concretos en determinadas tiendas.

"Con el precio de la gasolina, entiendo que la gente no se desplace a otra ciudad para hacer sus compras. Sí que es verdad que una gran superficie atrae a mucho público, pero nosotros no hemos notado gran diferencia en las ventas desde la apertura de El Faro; la crisis es lo que está haciendo más daño", argumenta.

Costa reconoce que puede que muchos cacereños se hayan desplazado hasta el nuevo centro comercial atraídos por la novedad, pero --apunta-- eso no significa "que compren en El Faro, sino que muchos lo han visitado por curiosidad". Tras unos primeros días de diciembre "que no fueron mal" y un descenso de ventas después, los comerciantes cacereños confían en que la actividad del sector "repunte" a principios de año.