Los empresarios portugueses no están dispuestos a que el Gobierno de su país deje en vía muerta las obras del AVE entre Lisboa y la frontera extremeña. La Confederación Empresarial de Portugal (CIP) tiene previsto entregar esta misma semana al Ejecutivo que dirige el primer ministro Pedro Passos Coelho una propuesta para reactivar la construcción del tramo entre Poceirao y Caya con una "reducción significativa de costes". La noticia fue avanzada a Radio Portalegre por el presidente de la patronal de la región portalegrense (Nespor), Jorge Pais, que ostenta actualmente la vicepresidencia de la CIP, que es el órgano que representa a las empresas de todo el estado luso.

Pais aseguró que los empresarios portugueses consideran de "extrema importancia" la inversión ferroviaria de alta velocidad, especialmente para el Alto Alentejo. Por ello confían en que su propuesta, unida a la presión que está ejerciendo Extremadura y España, conduzca a que Passos Coelho reconsidere su decisión de no ejecutar a corto plazo las obras del trazado luso del AVE entre Lisboa y Madrid.

Según Jorge Pais, la propuesta de la CIP aglutina la voluntad de la mayoría de las empresas portuguesas y define una estrategia para el desarrollo de la alta velocidad ferroviaria en Portugal con recursos económicos más coincidentes con los recortes que en estos momentos exige la situación de Portugal. No avanzó, sin embargo, cómo plantean desarrollar esta costosa infraestructura con el ahorro que predican.

CANCELADO El anuncio de la patronal portuguesa se produce cuatro días después de que Passos Coelho cancelara el contrato con la empresa encargada de la construcción del tramo Poceirao-Caya. Este es uno de los dos trazados que discurren por el suelo del país vecino dentro de la línea Lisboa-Madrid.

La prensa portuguesa ha publicado que ahora se espera una dura lucha en los tribunales entre las empresas estatales y privadas responsables del proyecto para determinar si se debe pagar (o no) la indemnización.

Hay que recordar que este tramo que une Poceirao con la frontera extremeña tiene 160 kilómetros y está adjudicado al consorcio internacional Elos, con participación española.

Las obras quedaron paralizadas tras la mediación del Tribunal de Cuentas, que puso reparos a la contratación y la semana pasada informó al Gobierno que valorara el caso de anularlo porque el trabajo no recibió la aprobación previa de la institución para comenzar las obras.

Mientras el futuro del tren de alta velocidad Madrid-Lisboa no se vislumbra por el momento tras la paralización definitiva de este tramo, el otro segmento previsto, Poceirao-Lisboa, de mucha menos distancia, unos 50 kilómetros, continúa en punto muerto. Este es el tramo más costoso porque incluye un monumental puente sobre el río Tajo y el que más ha pesado para echar atrás el proyecto, por el momento. Para su construcción se presentaron a concurso tres empresas interesadas, pero el pasado 10 de septiembre los ministerios de Obras Públicas y Finanzas del anterior gobierno socialista portugués comunicaron a los tres consorcios interesados que se suspendía el concurso debido al "progresivo deterioro de la coyuntura económica y financiera" del país y en la misma sigue por el momento.

PRESION Tras la llegada al poder de Passos Coelho y el parón al proyecto del AVE, el Gobierno extremeño, la patronal autonómica, los sindicatos, ayuntamientos y distintos colectivos sociales han destacado la importancia de que Portugal reconsidere su postura para que la línea de alta velocidad sea realmente rentable. De momento, el Ministerio de Fomento ha garantizado que la decisión lusa no afectará a la inversión y los plazos del tramo español. Sigue pendiente, sin embargo, una reunión entre los Ejecutivos español y luso, dado que la decisión de llevar adelante el AVE se tomó en una cumbre bilateral, celebrada en Figueira da Foz, y la ruptura del acuerdo debe abordarse en una cita del mismo nivel institucional.