El presidente de la Asociación Regional Extremeña de Empresas de Transporte en Autobús (Arebus), Julián Calatayud, denunció ayer que los impagos por la Junta "pone en peligro" a muchas empresas y el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, que esto se debe a la mala gestión de la Junta y a su deuda con ellas. Así lo aseguraron ambos ayer en Mérida tras un encuentro para analizar la situación del sector, que incluye a unos 1.500 trabajadores, a unas 40 concesiones extremeñas y a unos 500 autocares.

Calatayud explicó que la deuda se debe a impagos desde el pasado mes de agosto y que el régimen de concesiones obliga a mantener el servicio a todas las poblaciones, independientemente del número de viajeros, hasta 2018. Puntualizó que esto es difícil que se produzca hasta entonces y que habría que reducir la frecuencia en las poblaciones más apartadas de las rutas más habituales. Por ello, reclamó cambios como la creación de "una autoridad única" para mejorar la situación y mantener el transporte regular de viajeros ya que es "esencial" para que los extremeños no queden aislados y se fije la población al territorio.

Por su parte, Monago subrayó "los riesgos" que supone este problema para la sociedad extremeña ya que necesita una red regular de transporte por carretera para todas las localidades y abonar la deuda de unos 950.000 euros que existe. Argumentó que no se pagan a las empresas los servicios que prestan y coincidió con Calatayud en que se necesita una "autoridad única" que afronte la situación.