Su algo ha cambiado en esta primera fase de desescalada es que ahora el protocolo exige que a todo caso posible, es decir con sintomatología compatible con el coronavirus, se le realice una prueba PCR para confirmar el contagio. Esto es así desde el pasado 6 de mayo pero hasta entonces a la mayor parte de los pacientes que trataban los centros de salud no se les practicaba ningún tipo de prueba. Las muestras solo se recogían en caso de que el enfermo tuviera una afección grave o de que se tratara de personal sanitario o de emergencias. Al resto, nada.

«Hemos hecho seguimiento muchísimos sin hacer PCR», asegura el coordinador del centro de salud Nuevo Cáceres, Evelio Robles. No tiene el dato exacto, pero ha sido casi la mayoría. Esto ha supuesto que estas personas no formen parte de las estadísticas del Ministerio de Sanidad, que solo contemplaba los casos confirmados. Había muchos que no solo tenían sintomatología, sino que además contaban con una analítica compatible con la enfermedad. «Muchos eran altamente probables. Nosotros los declarábamos pero no se incluían en las estadísticas», afirma el especialista.

En cualquier caso afirma que habría sido imposible haber realizado un test a cada paciente que llegaba. «La segunda quincena de marzo y la primera de abril no dábamos abasto. Venían pacientes muy malito. Para hacer eso habría que haber ampliado la plantilla un 200% y eso era imposible», aclara. En su centro de salud han confirmado varios positivos en niños pero antes de la desescalada.