Lleva más de una semana esperando una llamada del Servicio Extremeño de Salud, "que no llega". Iván Gómez Godoy, de 28 años, sufrió hace once años un accidente de tráfico que le dejó tetrapléjico y ahora necesita una operación cuanto antes para poder volver a sentarse en su silla de ruedas y dejar de estar postrado en su cama. Este joven de Valle de la Serena sufre desde hace dos años unas úlceras en los isquiotibiales que no se curan porque sentado, los huesos, ya calcificados y que deben ser limados, siguen haciéndole llagas. Por ello le urge esta operación, de la que ya podría haber sido intervenido la semana pasada en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde permaneció ingresado nueve meses tras el accidente.

Hasta allí se desplazó de nuevo, ilusionado, para participar junto a otros 75 seleccionados de toda España en un ensayo clínico del ministerio de Sanidad que estudia los efectos de la hormona del crecimiento en las lesiones medulares. Nada más llegar le detectaron las úlceras que le alejan del ensayo, pero para lo que existe una solución rápida en Toledo. Le operarían en unos días y podría seguir en el estudio tras la recuperación.

Permiso denegado

Lo que no se esperaba Iván era que con la fecha de una intervención ya ajustada, el SES no le permitiría operarse fuera de la región. "En Toledo me dijeron que habían rechazado el permiso y que me atenderían en Don Benito-Villanueva, pero nadie me dijo los motivos". Ahí comenzó el peregrinaje.

De Toledo acudió al hospital de las Vegas Altas donde permaneció ingresado un día. "Pero allí, a parte de los cuidados que necesito, no podían hacer mucho más por mí porque no tienen cirujano plástico", que es el profesional que debe atender a Iván. "Un traumatólogo me preguntó sorprendido que cómo habían permitido traerme aquí pudiendo haber sido intervenido en Toledo rápidamente", comenta.

La siguiente parada debe ser en Cáceres, donde ha cursado un volante para que sea atendido por el Servicio de Cirugía Plástica del Complejo Hospitalario de Cáceres, pero más de una semana después sigue sin respuesta. "Nadie me dice nada, pero no puedo esperar más porque mi salud sigue empeorando y me quedará fuera del ensayo", lamenta. Y mientras sigue en la cama, a la espera de que en Extremadura le den la atención que ya habría podido recibir en Toledo, lamenta además la postura del SES, que asegura que el joven fue citado esta semana pasada, aunque "a mí nadie me ha dicho que se mueva de su casa".

Por su parte, el SES sostiene que ha actuado de acuerdo con los protocolos previstos y que no se concedió el permiso para que Iván fuera operado en Toledo porque dicha intervención "puede ser asumida por el sistema sanitario público regional, siempre que no suponga menoscabo para el estado de salud del paciente". Quizá nadie sabe que Iván lleva más de dos semanas postrado en la cama, cambiando de postura cada cinco horas para no empeorar sus úlceras y curándolas cada ciertas horas. Su queja es que "ya debería estar operado, y además en el hospital que debería ser de referencia para mí".