Enel Green Power España (EGPE), la filial de energías renovables de Endesa, ha conectado a la red las seis nuevas plantas solares fotovoltaicas de 42 megavatios cada una (252 MW) que ha terminado de construir en Extremadura, y que han supuesto una inversión total de 200 millones de euros. Los seis nuevos proyectos solares se suman a los que ya tiene Endesa de la subasta de 2017 (339 MW). De las seis instalaciones, tres están en Logrosán, y las otras tres en Talarrubias y Casas de don Pedro.

«La puesta en funcionamiento de este proyecto supone un hito para la compañía, no solo porque se trata de un parque construido en un tiempo récord, sino porque se han utilizado técnicas y sistemas de construcción de alta tecnología muy novedosos en España. Se trata de un paso más en el compromiso de Endesa con la producción de energía limpia, uno de los pilares de la política nacional de transición energética», subraya José Bogas, consejero delegado de Endesa.

Las tres instalaciones fotovoltaicas de Endesa en Logrosán --Baylio, Dehesa de los Guadalupes y Furaten-- tienen una potencia de más de 42 megavatios cada una (127 MW en total), y para su construcción se han invertido aproximadamente 100 millones de euros. Estas instalaciones solares están compuestas por alrededor de 372.000 módulos, y tienen capacidad para generar más de 240 GWh por año, evitando la emisión anual de aproximadamente 158.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Por su parte, las tres plantas solares de Endesa en Casas de Don Pedro y Talarrubias --Navalvillar, Valdecaballero y Castilblanco-tienen una potencia de más de 42 MW cada una, y para su construcción se han invertido otros 100 millones de euros aproximadamente. Estas instalaciones solares, compuestas por más de 372.000 módulos, tienen capacidad para generar aproximadamente 250 GWh por año, evitando la emisión anual de más de 164.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

MANO DE OBRA LOCAL/ La construcción estas plantas se ha basado en modelo de ‘Sitio de Construcción Sostenible’ de Enel Green Power, que incorpora el uso de energía renovable durante la construcción a través de un sistema fotovoltaico que cubre las necesidades energéticas de los trabajos, así como la puesta en marcha de iniciativas para que la población local participe en el desarrollo del proyecto. En los seis proyectos de la región se ha priorizando la contratación de mano de obra local.