Junto a las pestes porcina -- la africana y la clásica--, la brucelosis y la enfermedad de Aujezsky, esta patología está consideradas como enfermedades de declaración obligatoria por la Organización Mundial de Sanidad Animal.

La enfermedad vesicular del cerdo es una enfermedad viral contagiosa y relativamente nueva, dado que fue descrita por primera vez en 1966. Usualmente se detecta primero por la repentina aparición de cojera en varios animales de un piara, aunque posteriormente los efectos se hacen más visibles y el cerdo puede llegar a perder su capacidad de movimiento.

Esta enfermedad no afecta a los seres humanos. Ni siquiera la carne de los animales infectados supone un riesgo para la salud del hombre y se puede consumir sin problemas. El virus, sin embargo, se contagia entre los cerdos con extremada facilidad.

Se propaga principalmente a través de los excrementos y de las mucosas de los animales y puede llegar a diezmar una cabaña en unas pocas semanas.