Desde que se anunciara que Extremadura aplicaría un nuevo currículo de ESO y Bachillerato que iba a quitar horas a la Religión, los docentes de esta materia han estado en pie de guerra. Han expresado, entre otros argumentos, sentirse «víctimas de un ERE ideológico». Desde el sindicato PIDE se lanzó la propuesta de que su asignatura se convirtiera en una actividad extraescolar de tarde para compensar así la carga lectiva que les falta este curso, pero no ha habido ninguna respuesta y el colectivo sigue a la espera de la solución que desde la Junta le prometieron para paliar la pérdida de sueldo.