NACIO EN OVIEDO, EN 1961.

ESTADO CIVIL CASADO, UNA HIJA.

FORMACION DOCTOR EN HISTORIA POR LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO. FUE PROFESOR DE ESTA DISCIPLINA EN LONDRES Y EN MADRID.

CARGO CATEDRATICO DE HISTORIA CONTEMPORANEA EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA.

Enrique Moradiellos acaba de publicar la biografía de Juan Negrín, presidente del Gobierno de la II República, que revisa la percepción histórica sobre este personaje, tradicionalmente denigrado y olvidado. De origen asturiano, Moradiellos augura un buen futuro al estudio histórico en la región, pero "no solo sobre Extremadura".

--De prestigioso científico a político olvidado, de su rica ascendencia al exilio... Curiosa trayectoria la del protagonista de su último libro.

--Sobre todo muy representativa de una parte de España: la que perdió la guerra. Miles de españoles terminaron en condiciones miserables, entre ellos otros personajes conocidos, como Manuel Azaña, de cuya sepultura tuvo que hacerse cargo la Embajada Española en México, por ejemplo.

--Pero es un caso muy representativo. Incluso, a raíz de esta biografía, se habla de la maldición de Negrín.

--Sí, creo que Juan Negrín tuvo un enorme infortunio histórico: ser odiado por sus enemigos --lo cual es comprensible--, pero también por una parte de los que combatían a su lado. Además, fue el hombre que sufrió la derrota, por las enormes divisiones dentro del bando republicano en la guerra que se perpetúan en el exilio y porque esas divisiones afectaron a su propio partido, con la particularidad de que nadie intentó después continuar su política.

--Resulta llamativo que no se haya abordado antes la vida de un personaje tan peculiar.

--Lo que ocurre es que era una figura enigmática, de difícil abordaje porque no escribía mucho. No es como Indalecio Prieto o Manuel Azaña, que eran hombres de letras; es científico, escribe poco y, una vez decepcionado por la guerra, abandona la política y ni siquiera escribe sus memorias, por lo que nadie se atrevía a elaborar su "gran biografía".

--Pero, aparte de ese obstáculo, ha estado tradicionalmente marginado. Incluso su interés por él surgió de forma casual.

--Así es, documentándome para otras obras fui encontrando documentos internos, por ejemplo, de la administraciones británica y norteamericana, que identifican a Negrín con la República española, ya que él es la República en guerra , como Manuel Azaña lo fue en paz. Y lo más sorprendente es las opiniones que suscita, entre personajes que ni siquiera son comunistas --como Churchill o Roosevelt--, son distintas de aquellas que normalmente se han transmitido sobre él --que era un mujeriego, un ladrón, etcétera-- o que lo sitúan como una figura menor.

--Denigrado por unos y olvidado por otros, ¿teme que su revisión sobre Negrín sea criticada, como otras obras suyas?

--Un historiador que escribe para el público, que no se guarda lo que piensa e intenta justificarlo, siempre está expuesto a ser criticado. Estoy convencido de que habrá gente que seguirá pensando que Negrín fue un mujeriego, un ladrón y un drogadicto, pero yo creo que he demostrado que eso no es verdad.

--De hecho, usted defiende el papel sacrílego de la historia, es decir, revisar los mitos.

--Sí, creo que no se trata de hacer un altar ni de todo lo contrario. Por ejemplo, no digo que el último presidente republicano fuera San Juan Negrín , pero tampoco Satán Negrín .

--También reivindica una mayor repercusión mediática de los historiadores.

--Considero que la historia tiene una función social, porque las referencias históricas son fundamentales.

--¿Cómo valora el alcance de su trabajo en Extremadura?

--Creo que los estudios históricos tienen un buen nivel y futuro, porque hay mucho por hacer, no necesariamente sobre Extremadura. La sociedad debe conocer el pasado histórico, no solo el de su región.