El agua no pudo, del todo, con el carnaval, pues miles de personas se mantuvieron en la calle toda la noche, a pesar a la lluvia, muy fuerte en ocasiones, si bien se refugiaron en establecimientos públicos o en los soportales de la zona centro de la ciudad, en un multitudinario botellón que dejó un rastro de miles de metros cúbicos de residuos, que una legión de empleados del servicio de Limpieza se afanaba en recoger con todos los medios.

Mucha gente aguantó hasta bien avanzada la mañana, para llegarse al entierro de la sardina, con el que desde San Roque Badajoz despide el carnaval. Tras un brillante desfile de comparsas, el barrio acogió a todos los carnavaleros que quedaban en la ciudad tras una noche de jarana, y llegaron hasta el medio día a base de sardinas, migas y vino.

La noche y el día de ayer transcurrieron sin incidentes dignos de mención, según fuentes de la policía local, que destacaron que esa fue la sintonía durante los cinco días de fiesta, en lo que coincidieron con las del Cuerpo Nacional de Policía.

Ya por la tarde, la fiesta se trasladó al interior del teatro López de Ayala, donde tuvo lugar la entrega de premios de los distintos concursos convocados por el ayuntamiento en colaboración con otras entidades colaboradoras del carnaval.

Por otro lado, el Carnaval no se termina del todo, dado que la Federación de Entidades Locales del Carnaval Pacense (Falcap), decidió, junto con el ayuntamiento, celebrar el desfile de comparsas el domingo próximo, dado que se suspendió el anterior, debido al mal tiempo. Asimismo, permanecen abiertas las exposiciones de fotografías del Meiac, y otra sobre el carnaval en el Museo de la Ciudad.