El entorno de la Alcazaba mejora con la demolición de dos naves

Las dos instalaciones que han comenzado a derribarse hace unos días pasaban casi inadvertidas para el ojo del emeritense, acostumbrado a ver junto al lienzo de la fortificación unas construcciones ruinosas que hace ya algunos años incluso acogieron un pub.

Se trata de dos naves con una superficie total de 600 metros cuadrados. La más pequeña, con tan solo 40 metros cuadrados, se ha demolido tras concluir el expediente por ruina inminente abierto por el Ayuntamiento. El propietario se ha visto obligado a asumir los costes. Pero la nave más grande tiene una situación urbanística más complicada.

Al no correr riesgo de ruina el ayuntamiento no ha podido obligar al propietario a demolerlo. Sin embargo, se ha llegado a un acuerdo con el propietario para proceder a su derribo. La Consejería de Cultura, órgano al que corresponden la expropiación de ese suelo y de las edificaciones, y el ayuntamiento han acordado que sea éste el que proceda a la demolición, de tal forma que cuando terminen los trámites de expropiación del solar este dinero vuelva a las arcas municipales.

EXCAVACIONES Una vez que los dos edificios hayan desaparecido el Consorcio de la Ciudad Monumental procederá a analizar el subsuelo en busca de restos arqueológicos. Más alla de las naves se encuentra un amplio solar hasta alcanzar el dique romano, por lo que cabe esperar que toda esta zona se ponga en valor en el futuro, aunque por el momento no hay nada previsto.

La Alcazaba, que acaba de abrir el nuevo acceso por el Alcazarejo junto al Puente Romano, está pendiente de una nueva intervención a lo largo de este año para la instalación de la iluminación artística que abra la puerta a las visitas nocturnas a este monumento.

Este proyecto será financiado por la Fundación Sevilla-Endesa y la Consejería de Cultura, pero aún se desconoce la fecha en la que se firmará el acuerdo.