--La dependencia es otro área que nació con muchas expectativas pero de las que se escuchan muchas quejas por el retraso en la tramitación de las ayudas. ¿Todo es problema de la escasez de recursos?

--La ley de la dependencia nació como un paraguas tan amplio y con reconocimiento de tantos derechos que se desbordó respecto a la capacidad presupuestaria que tenía el Estado. Cuando el actual Gobierno hizo la evaluación de esa ley se vio que se habían desviado los objetivos iniciales a la hora de prestar los servicios; en la descohesión que había a nivel de las 17 CCAA; y en las previsiones de empleo y presupuestaria. Ha habido además una falta de transparencia por parte de las autonomías, porque seguían cobrando dinero por dependientes que habían fallecido porque no estaban informando al Estado de este hecho. Y eso a Extremadura le va a costar este año 1,5 millones de euros. Lo que se está haciendo ahora es arreglar todo esto. Vamos a poner en marcha una aplicación informática para la gestión de todos los trámites de la dependencia en Extremadura, muy similar a lo que sería el 'Jara' de la sanidad, de tal forma que esté coordinado con el sistema nacional para gestionar las prestaciones, servicios, reconocimiento de grados y niveles, valoraciones y solicitudes.

--Hasta ahora ha habido mucha burocracia y muchas veces cuando se quiere percibir la ayuda ha fallecido el dependiente.

--Es cierto que el sistema ha generado una burocracia brutal. Aquí, con esta aplicación informática, se va a agilizar todo el proceso, desde que entra la solicitud hasta que finalmente se percibe una prestación económica o de servicio. En Extremadura, en el 2012, fuimos junto a Galicia las dos únicas CCAA que seguimos incorporando personas y han mejorado los niveles de prestaciones. Le digo más, este año somos la única región que ha aumentado el gasto social, concretamente un 6% respecto al pasado ejercicio.

--También se habló de que la dependencia era un nicho de empleo pero la mayoría de las ayudas van a parar a familiares de los dependientes. ¿Tiene su departamento alguna fórmula para crear nuevos puestos de trabajo en ese área?

--Guillermo Fernández Vara prometió 15.000 empleos con la ley de dependencia. A día de hoy no creo que se hayan generado ni 5.000. Este ha sido otro de los grandes engaños de esta ley en la región, porque algo que debía ser una excepción se ha convertido en norma, cuando se había ideado para aquellos núcleos de población donde no llegaran las empresas de prestación de servicios. Por eso no se ha generado empleo. Ahora, el ministerio lo que está haciendo es dirigir la ley de la dependencia hacia prestaciones de servicios con empresas especializadas, lo que permite una mejora en la atención al usuario porque le atenderán profesionales. Y ahí no estamos mal, porque Extremadura es la que tiene mayor número de prestaciones en residencias, que es realmente lo que genera empleo.

--¿Por qué se ha ralentizado la construcción de residencias de mayores de titularidad pública cuando contamos cada vez con más población envejecida?

--Extremadura es la comunidad que mayor porcentaje de implantación de residencias de ancianos tiene de toda España, con lo cual la cobertura es bastante amplia. Este año vamos a firmar casi un centenar de convenios con ayuntamientos para mantener residencias de ancianos y centros de día.

--Entonces su idea pasa más por concertar plazas con centros privados que construirlos ustedes.

--Hay que abogar por un modelo mixto. La mayoría de los centros privados que se han construido lo han hecho gracias a los conciertos que tienen con la Junta, porque es la mejor forma de asegurar el negocio. Pero también debe haberlas allá donde no llegue la iniciativa privada. Para eso hay que estudiar cuál debe ser el mapa sociosanitario, lo cual estamos haciendo en colaboración con la Uex, de cara a ese progresivo envejecimiento de la población.