Los 22 parques eólicos autorizados en Extremadura generarán 1.900 empleos extra, al margen de los puestos de trabajo estrictamente vinculados al propio funcionamiento de las plantas. Estos empleos serán "fijos, estables y duraderos" durante "un mínimo de cinco años". Esos detalles fueron ratificados ayer en la Asamblea de Extremadura por el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, quien compareció en el pleno a petición propia.

La Junta de Extremadura aprobó a finales de agosto la puestas en marcha de estas instalaciones, con 470 megawatios de potencia, promovidas estos por diez empresas, las cuales pondrán en marcha una inversión directa superior a los 500 millones de euros. Estarán en Sierra de Gata, Riberos del Tajo, Las Villuercas-Ibores-Jara, Siberia, La Serena-Campiña Sur, Río Bodión y Tentudía, además de en el término de Plasencia.

El consejero declaró en el Parlamento regional que el Gobierno espera que con el nuevo decreto, que abrirá la posibilidad a nuevas empresas eólicas, se creen "muchos puestos de trabajo más". Navarro dijo que el Gobierno extremeño se encuentra "razonablemente satisfecho" ante tal situación, aunque asumió que "no nos conformaremos" porque "queda aún mucho camino por recorrer".

NUEVO DECRETO En relación a la nueva norma, el PP mostró su apoyo a la iniciativa de la Junta de no poner plazo límite para la presentación de propuestas.

Como ya ocurre en el caso de la energía solar, la futura regulación no pondrá límites de tiempo en la presentación de solicitudes, un hecho que los populares consideraron como "positivos".

Sin embargo, el diputado popular Anselmo Díaz lamentó el retraso de la comunidad autónoma en este sector y el escaso número de autorizaciones.

Navarro, explicó que, en lo referente a energías renovables, Extremadura ha de mirarse como "un conjunto" ya que en el horizonte de 2012 el 33% de la energía eléctrica consumida en la comunidad vendrá de fuentes renovables, ya sea eólica, termosolar, fotovoltaica y biomasa.