El director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Jesús Cimarro, ha agradecido a la Junta de Extremadura la concesión de la Medalla de Extremadura al certamen emeritense, cuyo equipo está "muy contento" por este reconocimiento a "uno de los eventos culturales más importantes" del país.

En declaraciones Efe, Cimarro ha destacado que el equipo celebrará de forma especial esta medalla a "la trayectoria de una de las banderas culturales de Extremadura" y cita cultural de referencia en España.

De hecho, ha avanzado que con la obra "Metamorfosis" que se representa 11 días en Mérida se alcanzará "un hito" nunca antes logrado en todo el país: "que un único espectáculo tenga tantos espectadores dentro de la programación de un festival de teatro".

Posiblemente, se llegará a los 33.000 y 34.000 espectadores con "Metamorfosis", según Cimarro, quien ha destacado también la vertiente turística y económica del certamen.

En este sentido, genera 532 empleos directos y "muchísimos indirectos" en sectores asociados como el sector servicios, y de "una entrada de media de 30 euros, se generan entre 125 y 150 euros por persona", todo ello "multiplicado por todos los espectadores que acuden".

Para el director del festival, es "muy importante que la cultura aporte al PIB de un país recursos económicos".

Tras ver la luz en 1933, con la "Medea" de Séneca encarnada por Margarita Xirgu, y una segunda edición en 1934, el certamen bajó el telón por la tensión política que había en España y no retomó su actividad hasta 19 años más tarde, en 1953.

El más antiguo en su género de los que se celebran en España y en la comunidad, el festival ha ofrecido más de 200 representaciones y una interminable lista de profesionales del teatro han desfilado por la arena del milenario Teatro Romano, el de mayor aforo de España con 3.000 espectadores y que encabeza el conjunto arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad.

A lo largo de sus ediciones, los textos de los grandes autores de la literatura griega y romana -como Séneca, Plauto, Sófocles o Eurípides, entre muchos otros- han resurgido de la antigüedad colocándose en primera línea del panorama teatral con temas, como sostienen los intérpretes que les dan vida, de plena actualidad.

La concesión de la Medalla de Extremadura se justifica en que el festival, que registra una media de 2.000 espectadores por cada función, es "impulsor de las artes escénicas en general y del teatro en particular, motor de la economía regional y local, y polo atrayente de turismo y activador del mercado laboral".

En los últimos años ha programado espectáculos en otras tres sedes extremeñas: los Teatros Romanos de Medellín y Regina, y la ciudad romana de Cáparra, además de su presencia por primera vez en el Programa Cultural de los Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018.

Y en Mérida, sus actividades se han extendido más allá del teatro emeritense, con una "programación off", para todos los públicos, que abarca representaciones en numerosos espacios de la ciudad como el Templo de Diana, conferencias, pasacalles, encuentros, exposiciones y campo de voluntarios, inspirados en la cultura grecolatina.

Tampoco puede olvidarse su apuesta por la accesibilidad, al acercar las representaciones, mediante diversos sistemas, a las personas con diversidad funcional sensorial, lo que le hizo merecedor de un premio de la ONCE y otro de la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (OTAEX).