"Era algo raro, poco sociable, aunque eso sí, educado y correcto", así definen los vecinos de Puebla de Sancho Pérez a Shaun Williams, el ciudadano británico detenido el pasado miércoles bajo la acusación de haber cometido 15 delitos de agresión sexual contra menores de edad. Todas las víctimas serían parientes de su primera mujer. Otro punto en el que coinciden los vecinos es que "no trabajaba en nada, al menos que se sepa, debe ser uno de estos que vienen con dinero o con una pensión gorda".

Esta es la primera contradicción con la versión de otros, que aseguran que se dedicaba a la compraventa de propiedades entre sus compatriotas, según vendría a avalar la web zafrahomes.com , a nombre de Williams. Sin embargo, hay datos que no cuadran. El detenido llevaba en torno a tres años en la localidad extremeña, y la web se creó hace unos meses. Pero, sobre todo, y según afirma un trabajador de una obra cercana a la vivienda del inglés, esta casa "no tiene agua ni luz, aunque él (Williams) ya había dado un dinero para que le pusieran luz" ¿Cómo podía sin electricidad llevar el negocio de internet? ¿Por qué, si no hay corriente, la casa tiene una antena parabólica? ¿Por qué, si no hay agua, tiene piscina, aunque vacía?

Además, según cuenta Manuel Ladero, uno de los policías locales que intervino en la detención, en la casa nada indicaba que se trabajase desde allí. Ladero explica, sobre la captura, que les avisaron para que colaborasen. "Nos dijeron que estaba calificado como muy peligroso, y que lo mejor era que, como de nosotros no iba a desconfiar, lo hiciésemos salir fuera del recinto vallado de la parcela" evitando un asalto a la vivienda. Así lo hicieron con la excusa de que tenían que comprobar unos papeles del coche. "Cuando salió, intervinieron los policías de Almendralejo, tres, que estaban escondidos cerca", relata.

Por su parte, Francisco Elías, secretario del Juzgado, comenta que hace 20 días le llamaron de Madrid "y me dijeron que comprobase el nombre de un inglés que estaban buscando por una cosa muy gorda". Nadie de la colonia inglesa asentada en la población, unas veinte personas, coincidía. "Luego me dieron la descripción, la de su familia y una dirección que tenían, y ahí sí" era Williams, que se habría inscrito con un nombre supuesto.

El resto de vecinos no sospechaba nada. Así lo confirma Elizabeth, que regenta la farmacia de la plaza, donde Williams había acudido alguna vez "y no vi nada llamativo, era correcto en el trato" y un grupo de jubilados que afirman haberse enterado por el periódico, alguno de los cuales aventura incluso que puede tratarse de una venganza de su primera mujer.

El chalé donde vivía Williams, de dos plantas y aspecto descuidado, con tejado de chapa, en medio de una parcela cubierta por hierbajos y matorrales secos y rodeada por una precaria valla, permanecía ayer desierto. Según afirman los vecinos la mujer y los hijos del detenido han marchado a Inglaterra. En la parcela, la 186, sólo permanecen dos coches, un Rover corinto y un Volvo blanco, ambos de matrícula inglesa, y un perro, al que parece que algún vecino se encarga de dar de comer.