"Me alegro por los que puedan beneficiarse, ojala me llamen a mí también, pero de momento no lo han hecho. Aunque no me den ese dinero yo voy a seguir estudiando porque es importante al menos tener la ESO". Habla Esther Sánchez. Tiene 20 años y estudia 4º de ESO en el CEPA de Cáceres. Ella abandonó el sistema educativo a los 17 años. "Me gusta estudiar pero hay asignaturas que me resultan muy difícil y no puedo". Dice que esos mil euros los "usaría para sacarme el carnet de conducir y para seguir estudiando porque quiero hacer algún ciclo formativo o algo después". A Esther le parece bien este tipo de incentivos. "Hay mucha gente que no quiere estudiar y así por lo menos querrán ponerse las pilas y podrán buscarse mejor la vida".

"Yo abandoné el instituto a los 14 años, no me adaptaba, fue una época difícil porque mis padres se estaban separando. Lo pasaba fatal así que no iba a clase. De hecho no me saqué ni 1º de la ESO, pero con el tiempo me he ido dado cuenta que es importante tener al menos el título de ESO", cuenta Alba. Tiene 19 años y estudia 2º de la ESO en el mismo centro. Su historia es otro caso más de abandono prematuro. Ella no está, de momento, entre los beneficiarios del programa, pero su hermano sí. "A él si lo han llamado y ese si se pone a estudiar ahora es por los mil euros. Tampoco tiene ni 1º de ESO, le pasó como a mí y lo dejó todo, pero de que ha visto los mil euros se le han abierto los ojos. Ese antes de aprobar y cobrar ese dinero ya lo tiene gastado". ¿En qué? "En fiestas". Sea como fuere, está contenta por él. "Me parece bien ese incentivo para gente como mi hermano que no tiene ninguna voluntad de estudiar; yo seguiré aunque no me den los mil euros".