Para el secretario de Acción Sindical de CCOO de Extremadura, Alberto Franco, el registro implantado por el Gobierno está «descafeinado» ya que, argumenta, sigue dando « el poder» a los empresarios al ser ellos quienes determinan «a su libre albedrío» el mecanismo por el que se controlará el tiempo efectivo de trabajo de cada asalariado. «Puede ser que afloren algunas de las muchas horas extraordinarias no pagadas que se hacen —vaticina— pero no muchas. El decreto es totalmente beneficioso para los empresarios». «En cualquier tienda pueden decirle [al empleado] que firme que ha trabajado de nueve a una de la mañana, aunque luego le digan que esa misma tarde tiene que venir a trabajar», pone a modo de ejemplo. El responsable de Acción Sindical de CCOO en la región plantea que este registro debería estar controlado «desde los comités de empresa y los delegados de personal».

Tampoco entiende que se puedan poner trabas por parte de los empresarios para su implantación argumentando las dificultades de controlar los horarios en determinadas actividades. «Telemáticamente hay muchas formas de hacerlo. Es muy sencillo, se trata solo de querer», alega, a la vez que recuerda el control al que ya están sometidos desde hace tiempo los trabajadores del sector de transporte, ya sea de viajeros o de mercancías, para evitar que excedan la jornada que les corresponde.