Si por algo destaca la población de Olivenza dentro y fuera de Extremadura es por su feria taurina. Cada mes de marzo esta localidad pacense sube a lo más alto del escalafón taurino abriendo la temporada en el país. El Hotel Palacio de Arteaga, de cuatro estrellas, es uno de los alojamientos que antes se llena para esta cita ineludible del mundo del toreo. Pero no el único. "Para nuestro hotel y para todos los hoteles de Badajoz, de Elvas y de toda la comarca de Olivenza la feria taurina es vital, es el único evento que demanda el 100% de las plazas hoteleras", cuenta Javier Píriz, el propietario de este establecimiento oliventino que tiene 50 plazas.

Para estos días de feria, las habitaciones se suelen reservar con un año de antelación, con una estancia media de tres noches, y por la elevada demanda, se registran las tarifas más altas de todo el año. La gran afluencia obliga a Píriz a triplicar la plantilla de empleados en su hotel. Pero no es el único negocio que se beneficia de los toros. "La repercusión es tremenda para todo el pueblo y la comarca tanto en la hostelería como en la hotelería y el gasto inducido es muy alto también en los servicios y el comercio", indica Píriz.