En la avenida de Alemania de Cáceres, en una zona nada escondida de la ciudad, hay un piso de alquiler donde cada día, a casi todas horas, se prostituye a mujeres. Casi todas son extranjeras, muchas están en situación irregular y algunas no llegan a los 20 años. Es una realidad paralela, un submundo, que sigue ahí.

Estos inmuebles que se reparten por toda Extremadura se han convertido en la otra versión de los clubs de carretera. «Se llevan a cabo las mismas prácticas de esclavitud y de explotación, pero al ser sitios más pequeños las mujeres están más controladas», explica Flor Fondón, presidenta de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex).

Si en la región hay una veintena de prostíbulos en cada provincia, los pisos de alquiler son muchos más. Además, la mayoría funcionan en la economía sumergida porque la actividad no está dada de alta bajo ningún eufemismo. Solo en Cáceres capital antes del confinamiento existían entre 15 y 18 de estos pisos. «Las cifras nunca son oficiales y siempre cambian, porque las van moviendo de un sitio para otro», subraya Fondón.

Los datos que se manejan desde el Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex) es que en la comunidad hay alrededor de 2.000 mujeres sometidas a la prostitución. No siempre son las mismas.

También en el confinamiento

El confinamiento lo paralizó todo, y quedaron encerradas en los clubs y en los pisos, «aunque tenemos constancia de que en algunos se siguió atendiendo a los puteros», asegura la presidenta de Adhex.

La situación para ellas se convirtió en una complejo laberinto. Sin cotización a la Seguridad Social, sin papeles y sin ayudas. Y con la deuda pendiente con sus chulos. Una losa que sigue creciendo si estas mujeres no ganan dinero. Ellas le deben una alta suma de dinero a la mafia por haberlas traído desde sus países de origen (la inmensa mayoría son extranjeras) hasta aquí. En el club deben pagar por todo. Si no aportan ningún ingreso, su realidad se complica. Y si las echan a la calle, no tienen nada.

Desde la Adhex cuentan la historia de una chica en el norte de Cáceres. Durante el confinamiento tuvo que irse del club. Contó con la suerte de que una amiga la acogiera en su casa. A ellas y a sus hijos. Fue un apoyo temporal. Aunque cada historia personal tiene mil matices.

Brote en un club

Ahora Extremadura ha decretado el cierre de los prostíbulos. El anuncio de esta medida se hizo justo el mismo día que se conoció que había un brote de covid en un club de Cáceres, el Pasarón, en la entrada a la ciudad.

Una semana antes el Ministerio de Igualdad pidió a las comunidades que cerraran estos locales para evitar la propagación del covid-19, pero un principio desde la Junta no contemplaron esta posibilidad.

No obstante, una vez tomada la decisión, se van a poner en marcha medidas especiales como vía de protección a estas mujeres que ahora quedarán en una situación de mayor vulnerabilidad. De momento se han anunciado ayudas extraordinarias al alquiler destinadas a aquellas que ejercen la prostitución en Extremadura.

La Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda está trabajando en la elaboración de la normativa reguladora para afrontar esta situación.

Flor Fondón indica: «Desde Extremadura se quiere pedir que la orden de cierre de los prostíbulos no sean medidas autonómicas, sino una normativa nacional. Los empresarios de este sector tienen locales en varias regiones».

«De momento no tenemos muy claro en qué va a consistir esta normativa y ni cuáles van a ser las acciones. Hay que tener en cuenta que muchas están en situación irregular, por ejemplo. Es complicado, pero creo que esta vez la Administración se ha puesto las pilas con este tema», añade Fondón.

Y queda en el aire la pregunta: ¿Afectará el cierre a los pisos de alquiler? Desde Adhex creen que no porque no dejan de ser negocios en negro. De manera que seguirán funcionando, «igual que en el confinamiento».

Estos pisos son cada vez más frecuentes. En ellos el control policial es más complicado que en un club porque se necesita una orden judicial para acceder a una vivienda. Pero la mujeres viven bajo la misma situación de esclavitud y explotación sexual.

CLAVES

1. UNA PETICIÓN DEL MINISTERIO DE IGUALDAD

El pasado 21 de agosto desde el Ministerio de Igualdad se pidió a las comunidades autónomas el cierre de los locales de alterne argumentando la prevención de contagios y evitar así la propagación del coronavirus. Del mismo modo, se habló también de garantizar la protección y la atención integral a las mujeres víctimas de trata y explotación sexual.

2. VARIAS COMUNIDADES DAN EL PASO

Castilla-La Mancha, Cataluña, País Vasco y Murcia fueron de las primeras regiones que anunciaron que aplicarían esta medida de cierre. Después se han sumado Extremadura, La Rioja y Baleares. Otras como Andalucía estudian cómo hacerlo. Y otras como Madrid de momento no incluyen esta medida en la nueva normativa para frenar el covid-19.

3. UN CONTAGIO EN EL PASARÓN DE CÁCERES

Personal del club nocturno Pasarón de Cáceres permanece aislado en las instalaciones tras declararse la semana pasada un brote de coronavirus. Por este motivo el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, instó a los que hubieran acudido al local a que se realizaran las pruebas PCR. Poco antes de conocerse esta noticia, la Junta anunció que los prostíbulos se cerrarían en Extremadura.

4. VÍCTIMAS DE LA TRATA

Las que viven encerradas en estos clubs son chicas muy jóvenes, entre 18 y 25 años, aunque algunas llegan a los 35. La mayoría, extranjeras (Colombia, Brasil, Nigeria...). Son captadas en sus países de origen, donde viven en la pobreza, por mafias que logran traerlas burlando los controles policiales. El viaje y la estancia en el club se convierten en una alta deuda que nunca logran quitarse. Deben pagar por todo.

5. LA DOBLE VULNERABILIDAD

El cierre de los club puede suponer que estas mujeres se queden en la calle sin recursos al no tener cotización; muchas tampoco cuentan con papeles. De hecho, cuando dejan de ser tan jóvenes y las mafias ya no las consideran ‘rentables’, las abandonan sin nada. Por eso desde asociaciones como Adhex piden ayudas para paliar esta situación de vulnerabilidad.