Algo pesimista en ciertas cuestiones pero con las ideas muy claras. Para Pedro Escobar las salidas de la región pasan por el sector agrario, el energético y el turismo. Esta fue una de las reflexiones que hizo ayer durante una charla en el Ateneo de Cáceres, por donde pasarán otros políticos en activos en las próximas semanas. Presentado por el director de EL PERIODICO, Miguel Angel Muñoz, como el hombre que ha conseguido romper el bipartidismo en esta región, el líder de Izquierda Unida ahondó ayer en el pasado de Extremadura para digerir su presente y proyectar su futuro.

"La región es fruto de la historia de su pasado y tiene rasgos que la condenan por las cosas que no ocurrieron en su momento". Se refirió Escobar al abandono, a la emigración, a la falta de una revolución industrial "que impidió que se creara una masa obrera crítica", a la reforma agraria que nunca se llevó a cabo. "Esa sí es la verdadera deuda histórica de Extremadura". Factores históricos que, precisó el coordinador de IU, condicionan la forma de ser de los extremeños. Fue la llegada de la democracia "el mejor periodo de la historia de la región", cuando se acercó al bienestar y desarrolló su propia identidad. "Pero tras ese periodo nos encontramos ahora en la encrucijada, con mucha incertidumbre", dijo.

Las dudas son la evolución de la Unión Europea que hasta ahora ha supuesto beneficios para los extremeños y "la crisis del estado autonómico", que lidia con el desapego de los ciudadanos y con las decisiones tomadas bajo "mentiras como las balanzas fiscales" --lo que produce cada comunidad-- y que están desembocando en una "monarquía federal". Situaciones ante las que Escobar defiende sus alternativas: "Europa de los pueblos sí pero no de los mercados", un estado autonómico a una misma velocidad para todas las autonomías, una provincia única para Extremadura y la vuelta al asociacionismo local. Pero sin empleo, de nada sirve eso. "Extremadura tiene que cambiar el sistema productivo, el campo puede multiplicar su capacidad de producción; necesitamos una política económica de intervención directa".

CALIDAD Tras ser cuestionado, Escobar insistió en que no se siente culpable por el rechazo a la refinería, que "podría desequilibrar otros sectores productivos, como la agricultura de calidad en la que la región sí puede tener futuro". También se refirió a la despoblación, "uno de los problemas estructurales de esta región". "Actualmente tenemos la misma población que en 1919", dijo, un hecho que necesita también esa política de intervención para definir qué hacer y cómo sin esperar a que venga ningún inversor. Todo esto es posible. "El modelo de autonomía al que me gustaría parecerme sería La Toscana, en Italia: tiene arte, historia, turismo y una agricultura de altísima calidad".