La escritora extremeña Rosa López asegura que hay un gran desconocimiento sobre los primeros españoles que llegaron a América y, en concreto, sobre la figura de Vasco Núñez de Balboa, un gran estratega y buen gobernante que defendió el mestizaje y cuya vida, asegura, "merecía una novela".

Por eso, y cuando se cumplen 500 años del descubrimiento del mar del Sur, que luego se llamaría océano Pacífico, por Núñez de Balboa, la autora quiere recuperar la labor que realizó este extremeño y lo que supuso para la primera "globalización" del comercio exterior.

Su libro La pasión de Balboa (Roca Editorial) comienza novelando la adolescencia en su pueblo natal, Jerez de los Caballeros, y los años en los que estuvo al servicio del señor de la villa de Moguer, en los que aprendió el dominio de las armas.

No hay documentos sobre esta época de la vida del descubridor, que empieza a tener eco en los escritos de los cronistas tras su llegada a tierras panameñas desde Santo Domingo.

La escritora le hace coincidir en la ficción con Cristóbal Colón, un encuentro en Palos de Moguer que cree razonable que se pudiera haber producido realmente y que repite en Santo Domingo. En estas reuniones basa el reto que se marcó su protagonista para descubrir el océano.

A partir de la diversa documentación que ha podido consultar, López reconstruye la vida de Nuñez de Balboa y recrea sus hazañas hasta su muerte, ocurrida a los 44 años por orden de su suegro, Pedrarias.

La vida de Núñez de Balboa estuvo marcada en América por el amor que compartió con una indígena, la hija del cacique Careta, conocida como Anayansi. Una mujer que, explica la autora, tuvo un importante papel y sirvió de puente de unión entre ambas culturas.

Vasco Núñez "nunca pensó en enriquecerse y volver a España", asegura López, quien destaca que, a diferencia de otros españoles en la América de la época, se sentía como en su casa.

Fueron las intrigas y las envidias de otros compatriotas en Panamá, que le acusaron de alta traición, las que provocaron su muerte.

La escritora destaca la dificultad que ha supuesto el hecho de que todos los escritos de Balboa, excepto una carta fechada el 22 de enero de 1513 y dirigida al Rey, hayan desaparecido.