Esta semana pasada un lector, a raíz de mi columna sobre el fetichismo en la cocina, me comentaba que la cocina de hoy día es más un invento que otra cosa. Como era lógico intenté que se diera cuenta de su error, pues la cocina de hoy día tiene muchos valores, aunque algunos intenten aprovecharse de ella para ir por este mundo de "estupendos".

El esnobismo culinario ha existido siempre y fue inventado por la cultura romana que, entre otras cosas, consideró a la gastronomía como una expresión del estatus social, hecho, costumbre que se ha prolongado a lo largo de la historia del hombre.

Ejemplos de esnobismo y sibaritismo se tienen muchos, uno de los más conocidos es el que relata Séneca y Ateneo de Náucratis de Marcus Gavius Apicius , gastrónomo muy conocido en el mundo romano que enterado de que en la costa Libia había unas gambas de un tamaño considerable, fletó un barco para ir allí y una vez en ese lugar donde los pescadores le mostraron tales gambas quedó desilusionado, ya que no le parecieron lo grandes que suponía. Entonces dio media vuelta a la embarcación y regresó a su ciudad, donde vivía, Miturno, sin comprarlas. Y fue en Sibaris donde Mindírides , un rico general del ejército romano quien espetó a un trabajador del campo que dejara de trabajar porque se cansaba con solo observarlo. Todas estas conductas no es más que una demostración de esnobismo tal como hoy puede suceder.

XDE LA MISMAx manera que hoy día existen determinadas marcas de bebidas y productos que solo están a la altura de un selecto grupo de adinerados, también sucedía en la Roma imperial donde las ostras de Cirse, Erizos de Miseno, moluscos de Tarento o ubres de cerda primíparas, así como los pescados más grandes y raros podían llegar a las mesas de los cortesanos.

Posiblemente uno de los siglos donde el esnobismo era habitual entre las madamas, petimetres, afrancesados cortesanos e ilustrados fue en el siglo XVIII, donde era habitual consumir lenguas de gallo marinadas en agraz y miel.

Aún hoy se dan situaciones como las que hemos descrito, pero también es verdad que en grupos muy reducidos, pues el común de los mortales no puede a acceder a ellas, sin embargo no es menos cierto que tratan de remedarlas y que algunos cocineros de papel cuché también las practican como si fuera la mayor de las originalidades. No obstante, la gran mayoría de las personas que se dedican a la gastronomía hacen una gastronomía excelente y estamos en un país que tiene una cocina variada y de una calidad óptima.

En conclusión, el esnobismo no es más que la particularidad de algunos que se sirven para su propio beneficio. La olla de un cocinero mediático no hace un buen puchero si no hay detrás un buen cocinero.