Los ocho espacios naturales más importantes de la región formalizaron ayer la constitución del Consejo de la Red de Areas Protegidas de Extremadura, con el fin de desarrollar iniciativas conjuntas en beneficio común. La unión de fuerzas pretende aprovechar más los recursos naturales para generar riqueza a través del sector turístico, mediante la aplicación de estrategias de desarrollo sostenible y encaminadas a "sectores emergentes".

Los enclaves representados en el consejo son el Parque Nacional de Monfragüe, los parques naturales de Cornalvo y Tajo Internacional, la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, y las cuatro zonas de interés regional (ZIR), los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes; Sierra de San Pedro; Sierra Grande de Hornachos; y Orellana y Sierra de Pela. Entre todos ellos superan las 300.000 hectáreas, lo que supone el 7,27% del total de la superficie protegida de la región.

El consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, que es el presidente del consejo, manifestó ayer que una de las principales líneas de trabajo será potenciar "aún más" la "generación de riqueza ligada al aprovechamiento de los recursos naturales", siempre respetando los criterios de conservación.

Las juntas rectoras de los citados espacios y el patronato que gestiona Monfragüe compartirán sus estrategias con el fin de abandonar el trabajo "inconexo" desempeñado hasta ahora por cada uno de estos órganos de participación social. En ellos tienen cabida los ayuntamientos, agricultores, ganaderos, asociaciones agrarias, ecologistas, sindicatos y empresarios.