El desfile de carnaval se celebró ayer en Cáceres con mucho público y pocos participantes. Doce grupos pasearon y bailaron por las calles más céntricas, en un desfile en el que se alternaban los trajes de fantasía con otras vestimentas que recordaban a asuntos de la actualidad informativa, como los monos blancos con supuestas manchas de fuel que llevaban los grupos SSSA y Limpiadores a Domicilio o la pancarta y las pegatinas en contra de la guerra que portaban Los Arapahoes y La Bellota.

Era frecuente entre los espectadores que acudieron al desfile hacer comparaciones con otros carnavales, como el de Navalmoral o Montánchez, o con cómo era esta fiesta en Cáceres hace diez años, cuando la participación era mayor. Aunque no eran más de medio centenar los que ayer desfilaron, sí hubo varios miles de espectadores durante el recorrido, que se inició en Antonio Hurtado y terminó en la plaza Mayor.

Carnavaleros disfrazados de cigüeñas, escoceses, girasoles o de voluntarios en la limpieza de las costas gallegas participaron en un desfile que en su primer tramo, en las avenidas de Antonio Hurtado y de España, se desarrollaba sin incidentes. La participación individual fue menor, sólo hubo un concursante disfrazado de piconero, y lo mismo ocurrió con las parejas, solamente desfilaron tres, junto con la charanga del ayuntamiento.