Por fin. Unos días después de que este diario publicara por tercera vez el testimonio de Navidad Contreras, el pasado mes de enero, esta por fin recibió la notificación del grado de dependencia reconocido a su hija. Esa carta truncó una espera que se prolongó durante casi dos años y medio, cinco veces más del plazo máximo que la Administración extremeña fijó el año pasado y que todas las comunidades acordaron respetar el pasado mes de enero.

Entonces, Navidad reconocía que ya no se creía "nada" sobre la aplicación de una norma cuyo espíritu aplaude, aunque no así su puesta en marcha. Lo dice tras haber solicitado dos valoraciones, la de su padre (que falleció sin dictamen) y la de su hija, que llegó con el retraso citado. No obstante, celebra haber recibido por fin la valoración --grado tres, nivel uno (es decir, gran dependiente), si bien ahora no va a solicitar ninguna prestación complementaria. "Mi hija va a un centro de día y, de momento, no necesitamos nada más, aunque no sabemos qué ocurrirá en el futuro".