Las mujeres extremeñas con dificultades para quedarse embarazadas tienen que esperar una media de seis meses para someterse a tratamientos de fertilidad en el sistema público. El dato lo facilita la Consejería de Sanidad y Servcios Sociales, que destaca que la región es una de las comunidades con el plazo de demora más corto para acceder a estos servicios. «En la mayoría supera el año», destacan desde el departamento que dirige José María Vergeles. Un plazo que además se espera disminuir en los próximos meses, cuando algunos de los tratamientos que se prestan en el Centro de Reproducción Humana Asistida (Cerha) de Badajoz se extiendan al resto de áreas de salud.

Según la información facilitada por la consejería, un total de 21 personas están en lista de espera para acudir a una primera consulta con el especialista en el Cerha de Badajoz. Se trata de mujeres, parejas heterosexuales o parejas de lesbianas, ya que la sanidad extremeña financia este tipo de tratamientos a todas las mujeres o parejas que, cumpliendo el resto de requisitos, «tienen el proyecto de formar una familia independientemente de su situación civil o condición sexual».

El plazo medio de derivación al Cerha es de seis meses y para la primera consulta la demora está actualmente en los 40 días. Después, la espera para someterse al primer ciclo de inseminación artificial es también de seis meses. Los tratamientos de reproducción asistida tienen la finalidad de ayudar a lograr la gestación en aquellas personas que no lo han conseguido de forma natural después de un año manteniendo relaciones sexuales sin protección (seis meses en el caso de las mayores de 35 años) o bien por la existencia de una enfermedad o trastorno reproductivo.

LIMITACIONES / Aunque las listas de espera no son muy elevadas, son muchas las personas que siguen optando por la alternativa privada a la hora de someterse a tratamientos de este tipo, algo que en parte puede deberse a las limitaciones que establece el SES. Algunas de ellas son que no haya hijos mayores sanos, que los interesados no estén en lista de espera en otro centro público, que no tengan congelados embriones en otros centros públicos o privados, y la fundamental: que la mujer no supere los 40 años. Tampoco se realizan tratamientos de fertilidad en la sanidad pública en caso de esterilizaciones voluntarias (ligadura de trompas y vasectomía), obesidad (se recomienda la pérdida de peso) o cuando el embarazo no se aconseje por motivos médicos y de salud.

En el Cerha se desarrollan varias técnicas para lograr el emabarazo. El primer paso es elaborar un estudio de fertilidad para diagnosticar la causa que lo impide. El tratamiento más común es la inseminación artificial con semen de la pareja o de un donante, una técnica que además de Badajoz, ya funciona en Plasencia y Coria y que el SES quiere extender también al resto de áreas de salud para mejorar los tiempos de espera y evitar desplazamientos. Se irá implantando de forma progresiva en los próximos meses, comenzando por Cáceres y Mérida, que son las que tienen los preparativos más avanzados para su puesta en marcha.

Por el contrario, si tras el estudio básico de fertilidad se consideran recomendables otras técnicas más complejas como fecundación in vitro o lavado seminal, los usuarios seguirán siendo tratados en el Cerha de Badajoz.