Extremadura es uno de los grandes modelos a seguir en la aplicación de las políticas de desarrollo rural. Esa es una de las primeras conclusiones de la jornada inicial de la quinta Conferencia de la Organización para la Colaboración y el Desarrollo Económico (OCDE), que se está desarrollando esta semana en Cáceres y en la que ayer participaron, entre otros, la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, y el embajador permanente de España en este organismo internacional, Fernando Ballestero Díaz.

Elena Espinosa aplaudió la decisión de la OCDE de elegir España, y concretamente Extremadura, para celebrar el encuentro. Según manifestó, "es algo que nos llena de orgullo, pero sobre todo porque esta región es un territorio que lleva muchos años apostando por el desarrollo rural y que es un ejemplo para todos los países". Por ello, apuntó, es necesario que el entorno rural logre diversificar sus actividades económicas e "ir más allá de la agricultura y la ganadería".

Como alternativa, la titular del ministerio se refirió a actividades incipientes como el turismo rural, el ecoturismo o el enoturismo, pero también recordó la importancia de las industrias agroalimentarias. En este sentido, destacó que la mayoría de ellas se encuentran localizadas en el ámbito rural y que su facturación supera ya a la del sector del automóvil en España.

CLAVES DE FUTURO Para Elena Espinosa, el futuro de las zonas rurales pasa por facilitar a sus habitantes y empresas el acceso a las nuevas tecnologías de la información. Ante esto, destacó las medidas que se están implantando desde las distintas Administraciones para dar acceso a internet y a la banda ancha a la mayor parte de los municipios, la creación de 3.000 telecentros y las mejoras en la gestión de las empresas agroalimentarias

La ministra también destacó la importancia de la futura Ley de Desarrollo Rural. Según declaró, el texto puede ser aprobado este mismo mes y sus principales objetivos son dotar a las zonas rurales de los servicios sanitarios, educativos y de infraestructuras necesarios para garantizar el futuro económico y poder evitar el éxodo de población.

Por su parte, el embajador de España en la OCDE, Fernando Ballestero, indicó ante los cerca de 300 participantes --de distintos países-- que se está percibiendo un profundo cambio en el mundo rural que está provocando una adaptación de las políticas a las nuevas necesidades de este ámbito. En este sentido advirtió que los gobiernos deben perseguir el incremento del bienestar en las zonas rurales, lo que se puede conseguir con la implantación de las nuevas tecnologías y la innovación.

También intervino el consejero delegado del Banco Español de Crédito, José Antonio García Cantera, quien destacó los programas que lleva a cabo su entidad para ayudar a las pymes del medio rural. Mientras, el consejero de Desarrollo Rural, Francisco Javier López Iniesta, resaltó que la futura ley servirá para ordenar las inversiones que ahora reciben a través de las distintas políticas sectoriales.