La esposa del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, Rosario Molina, recibió de manos del alcalde de Aldeacentenera (Cáceres), Juan Francisco Monterroso Rubio, el premio nacional 'Tierra y Libertad Pablo Naranjo Porras' que le fuera concedido a su marido "por su trabajo permanente y su tenacidad en la persecución del terrorismo, tráfico de drogas, crimen organizado y, especialmente, por su concepto de justicia universal y defensa de los derechos humanos", en palabras del jurado que falló los premios. En su discurso de reconocimiento a los premiados, el alcalde y presidente del jurado significó que "Garzón había puesto en evidencia los crímenes del franquismo y los cometidos por otras dictaduras, cumpliendo la Ley de la Memoria Histórica, para devolver la dignidad a los asesinados, esparcidos en las cunetas por la dictadura franquista". Los premios 'Tierra y Libertad Pablo Naranjo Porras', en las categorías de comarcal, regional, nacional e internacional, fueron instituidos hace catorce años por el Ayuntamiento de Aldeacentenera en homenaje el maestro cacereño que da nombre a los mismos, "por su labor educativa con varias generaciones de extremeños, a quienes educó en los valores humanos, la democracia y el sentido de pertenencia a esta tierra". Así mismo, se instituyeron "para hacer pública la labor de personas, organizaciones e instituciones que, por su trabajo en bien de la humanidad, la ecología, la cultura, la paz, la libertad y los derechos humanos, se hayan ganado el respeto, agradecimiento y afecto de sus convecinos". El título comarcal a título póstumo fue otorgado al maestro Miguel Gaspar Rodríguez, quien ejerció su profesión en Aldeacentenera, pueblo en el que fue concejal socialista, y en Malpartida de Cáceres, fallecido el pasado año. El alcalde destacó que fue "hijo de padre emigrante, maestro exigente, como Pablo Naranjo, y comprometido hasta la médula con sus ideas y principios".El premio regional le fue otorgado a la Asociación Cultural 'Alcaraván Teatro', en la persona de su director, Fabián Ramírez Oliveros, de quien Monterroso dijo que "difunde, enseña y recorre la geografía regional, transmitiendo y propagando los valores de la paz, la solidaridad, la justicia y el entendimiento entre las gentes y sus culturas". Finalmente, el premio internacional lo recibió Ana del Carmen Alvarez, de El Salvador, maestra y educadora que, "aun viniendo de familia pudiente, abrió los ojos a la realidad salvadoreña hasta ser cómplice de muchas mujeres y hombres que dieron su vida por los demás y que, codo con codo, con monseñor Romero, obispo del pueblo y para el pueblo, y con el padre Ellacurria, lucharon por los derechos humanos y por los desparecidos de su patria". Los premios entregados por el alcalde y presidente del jurado consisten en una pieza de cerámica simbolizando el mundo, obra del ceramista de Cañamero Antonio Martín, y un diploma acreditativo. El acto de entrega de los premios tuvo lugar en la noche del pasado viernes, en el teatro principal del pueblo, recién inaugurado por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.