Tomás Calvo Buezas recogió ayer la primera Medalla de Extremadura de la noche. Lo hizo de manos del presidente de la Asamblea, Fernando Manzano y muy agradecido, "como buen español y buen nacido". Agradecimiento expresos a la Asociación de Ciencias Sociales de Extremadura, al pueblo de Trujillo y "a los míos", a su familia, a sus padres, maestros durante más de 40 años en Tornavacas, y por ellos Calvo Buezas dedicó la Medalla a todo los maestros y a sus hijos. "Son los maestros los protagonistas del desarrollo educativo popular en el desierto intelectual que era Extremadura", dijo. En su discurso también tuvo elogios para los inmigrantes, para los gitanos, para el flamenco y una clara reivindicación: "Guadalupe para Extremadura ya". Soñó por un momento con una Extremadura sin paro, con más oportunidades y orgulloso manifestó que "la grandeza de un pueblo no se mide por su renta, sino por sus valores".