Cada vez menos simpatía por los hoteles y más por los apartamentos en el centro de la ciudad o las casas rurales ubicadas a las afueras. Es la tendencia de los últimos años y la que se mantiene actualmente. Los viajeros han ido cambiando los hábitos y la oferta ha de adaptarse a lo que demandan los propios clientes. Pero aún así, el número de estancias en los alojamientos clásicos (esto es, los hoteles) ha crecido a lo largo de los últimos cuatro años. Concretamente se ha incrementado en un 13% con respecto a 2015.

Así lo reflejan los últimos datos publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que vuelven a confirmar que en Extremadura el turismo sigue creciendo, y lo hace prácticamente de forma similar en ambas provincias.

SUBIR LA MEDIA / Eso sí, aunque en época veraniega la duración de la estancia se alza en muchos casos a una semana o incluso una quincena, por norma general en la media anual la cifra no superan las 1,8 noches; el objetivo es lograr que se llegue a las dos para que el negocio resulte rentable.

En este sentido, según los datos del INE, los hoteles en Extremadura ingresan ahora mismo 25,63 euros por habitación disponible (a nivel nacional son 67,97 euros), lo que supone un 11,4% más que en el año anterior; del mismo modo que facturan 57,15 euros de media por habitación ocupada (a nivel nacional son 93,05 euros), un 2,2% más que en el periodo anterior.

Quienes trabajan en el sector defienden que hay un perfil de cliente que siempre va a buscar la comodidad del hotel más allá de los apartamentos turísticos legales o ilegales. R.S.R.