Entre estand y estand besos y apretones de manos. Esa fue a grandes rasgos la dinámica que durante la mañana de ayer siguieron los príncipes de Asturias en su visita a Trujillo. Cientos de trujillanos se echaron a la calle para recibirles calurosamente, en algunos casos desde varias horas antes de su llegada. El objetivo de buena parte de ellos era conseguir un autógrafo o una fotografía, a ser posible posando con ellos. Muchos aplausos, algún piropo, y sobre todo gritos de "Felipe" o "Letizia" para conseguir atraer su atención. Tampoco faltó el cumpleaños feliz coreado en honor de la infanta Sofía, que ayer cumplió tres años.

Y casi igual de emocionados que el público estaban casi todos los expositores de la feria del queso. La organización les comunicó tres exigencias: había que estar puntuales; quedaba prohibido ofrecerles de comer o de beber; y no se les podía dar obsequios "sin consultarlo antes". Y puntuales estuvieron, pero las otras dos recomendaciones se siguieron con mucha más laxitud.

Los príncipes visitaron una parte considerable de los alrededor de 80 estands, interesándose por la forma de elaboración de los quesos, sus procedencias o planteando cuestiones sobre su olor y sabor. Y tras hablar, más de uno no puedo resistirse a darles un regalo. "El problema era solo si no los aceptaban", argumentaba uno de los obsequiadores . En otros casos, fueron los propios Príncipes los que tomaron la iniciativa: "Nosotros no les hemos dicho nada. Han preguntado por nuestros quesos. Letizia se ha tomado el más suave y él, el más fuerte".