El proceso de reformas estatutarias de la pasada legislatura pierde ritmo en el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y la actividad en los parlamentos autonómicos para acordar nuevos estatutos pierde intensidad, siendo Extremadura la única comunidad que tiene previsto elevar en los próximos meses un texto al Congreso de los Diputados, mientras están paradas la de los estatutos gallego y canario.

La primera legislatura del Gobierno socialista animó a un proceso descentralizador y varias comunidades siguieron el impulso de Cataluña llevando al Congreso nuevos textos estatutarios con los que actualizar las normas autonómicas en vigor desde los años siguientes a la transición, algunos con mayor repercusión que otros.

Sólo Extremadura tiene previsión de elevar su reforma estatutaria a las Cortes Generales en los próximos meses; mientras que el de Castilla-La Mancha sigue bloqueado en el Congreso, encallado por falta de acuerdo en materia de agua, pendiente del entendimiento entre PSOE y PP sobre la forma de encajar la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura que el texto fija en el 2015.