La justicia extremeña está entre las de mejor calidad de España, al situarse por encima de la media en diez de los 15 indicadores fijados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para valorar las actuaciones judiciales.

En un primer bloque, el CGPJ sitúa la tasa de sentencias dictadas en cada región por magistrados y jueces de carrera. En todos los apartados (asuntos civiles, penales, contenciosos y de lo social) Extremadura está por encima de la media española, de manera que nueve de cada diez fallos son emitidos por personal con formación específica.

Esto pese a que la comunidad extremeña es de las que cuenta con una plantilla más reducida de magistrados, con menos de 9,5 por cada 100.000 habitantes.

En un segundo apartado, el CGPJ coloca como indicador de calidad el porcentaje de sentencias que, tras ser recurridas, son confirmadas por el órgano judicial superior. Aquí es donde la justicia extremeña cojea un poco. Mientras en el apartado de fallos civiles y penales recurridos ante las audiencias la tasa de sentencias confirmadas es superior a la media (nueve de cada diez en el primer caso y ocho de cada diez en el segundo), en el ámbito de penales emitidas por las audiencias, apelaciones a decisiones de juzgados de lo contencioso y súplicas ante fallos de juzgados de lo social, las tasas de confirmación en instancia superior caen por debajo de la media.

Finalmente, en el tiempo de resolución de asuntos, Extremadura destaca por la rapidez en asuntos civiles en 1º instancia, recursos civiles y penales en las audiencias y decisiones del Tribunal Superior de Justicia en la Sala de lo Social, pero es de las más lenta en la elaboración de sumarios y en cuestiones con participación de jurados en las audiencias.