TNto por esperada la noticia ha sido menos desoladora. En un día así, me vienen a la cabeza algunos de los recuerdos protagonizados por la Duquesa de Alba en su breve pero intenso paso por Cáceres hace un par de años. Llevábamos tiempo rumiando la posibilidad de que doña Cayetana protagonizara la Expoparty que la asociación cultural Bon Vivant había dedicado otros años a personajes destacados de la sociedad española e internacional. Rostros como Ibarra, el Rey Juan Carlos, Fidel Castro, Belén Esteban ... pasaron a convertirse en icono pop por obra y gracia de un puñado de artistas regionales y nacionales. En 2011 se planteó la posibilidad de convertir a la duquesa en icono y, honestamente, he de decir que de todos los personajes reseñados anteriormente, todo con ella resultó infinitamente más sencillo de lo previsto. Una llamada bastó, previa localización a través de la guía telefónica, al teléfono del Palacio de Liria. Al otro lado del teléfono una persona me pasó inmediatamente con Lola, su secretaria. Explicado el motivo de nuestra llamada, quedó en comentárselo a 'la señora', como cariñosa y respetuosamente la llamaba. Menos de un par de horas después, recibimos una llamada trasladando el entusiasmo de doña Cayetana a nuestra propuesta. La duquesa la calificó como muy divertida y se mostró encantada de acudir.

Más problemas hubo para fijar la fecha definitiva. De hecho, hubo que aplazarla en un par de ocasiones. ¿El motivo? Coincidió la exposición con un pequeño accidente doméstico que tuvo y, posteriormente, también con su boda y viaje de novios. Los dos aplazamientos hicieron cundir un poco el desánimo entre los artistas, que no acababan de creerse la presencia de doña Cayetana en Cáceres para acudir a su exposición. Su edad, es cierto, no alimentaba al optimismo, pero su intrépido espíritu fue suficiente para que finalmente, a la tercera fecha propuesta, fuera la vencida.

Fue a mediados de enero de 2012. El lugar de la inauguración, el popular local cacereño Carpe Diem . El día fue ajetreado. Muchos preparativos desde por la mañana. Mil llamadas de medios de comunicación de lo más diverso y variopinto pidiendo acudir al evento, retransmisiones televisivas en directo, montaje de la propia expo, peticiones de autoridades y de muchos cacereños que querían acudir al acto. Mucho jaleo alrededor que ella, desde el primer momento, supo relajar con una naturalidad y un saber estar dignos de su rango y de su trayectoria personal. Cientos de personas en la calle esperaban la llegada del coche. El Carpe Diem , a reventar. Y ella, pese a sus dificultades para caminar, teniendo un gesto y una sonrisa para todos: para la alcaldesa, para el resto de autoridades, para la prensa, para los artistas, para la gente de la calle... Recuerdo a Pilar Boyero cantando unas coplas, a su secretaria trasladándome las obras que la Duquesa quería adquirir. Todo pasó muy rápido. Un par de horas a lo sumo. Al día siguiente estaba prevista una visita a la Ciudad Monumental y se retiró a descansar al NH Palacio de Oquendo. Antes de acceder al mismo hubo un momento para la tuna de Magisterio, que la esperaba en San Juan y pudo estar con ella durante media hora.

Al día siguiente, visita a Santa María, a la Virgen de la Montaña... y parada final en el Restaurante Racó de Sanguino. Allí tuvo lugar un almuerzo que no olvidaré nunca. Nada más sentarnos la duquesa derramó una cerveza sobre la mesa. Son las típicas anécdotas que hacen que todo sea más sencillo. Un detalle que hizo que todo se relajara mucho más. Tras la comida, doña Cayetana me pidió volver a visitar la exposición con más tranquilidad que la noche anterior. Regreso a Carpe Diem donde repasó una a una las obras dedicadas a ella. Quiso comprar 5 de las obras expuestas y pidió precio. La respuesta de los autores fue poder visitar el Palacio de Liria, cosa que hicimos un par de meses después. Allí la duquesa hizo gala de su hospitalidad para con nosotros, enseñándonos detenidamente el Palacio, las obras de arte y los numerosos documentos históricos. Al final, nos obsequió con un almuerzo informal junto a cartas de Colón o la primera Biblia escrita en castellano.

Todo esto se me viene a la mente en un día difícil para su familia y para todos aquellos que, aunque, fugazmente, tuvimos la suerte de compartir unos momentos con ella. Me queda su cercanía, su extrema curiosidad, su arrojo, su vitalidad... Sobre todo su vitalidad. Como decía Picasso : Hay que cumplir muchos años para llegar a ser joven. Ella tenía la juventud y la sabiduría de sus muchos años. Cayetana ha fallecido más joven de lo que muchos lograrán serlo nunca.