La Comisión Europea aprobó ayer los nuevos límites a las ayudas públicas durante el período 2007-2013 a empresas situadas en las regiones menos favorecidas de la UE, que en el caso de España supondrá una reducción por el aumento de su riqueza relativa.

El nuevo marco establece las normas para decidir qué regiones son elegibles para recibir ayudas, así como el nivel máximo de esas ayudas a empresas para la inversión o el funcionamiento de sus instalaciones, con el objetivo de paliar disparidades regionales.

En el caso de España, los cambios respecto a 2000-2006 implican una reducción del 4,8% en la cobertura de la población nacional, así como un descenso de la intensidad de la ayuda para las regiones interesadas, según explicó la Comisión Europea en un comunicado.

Esta reducción se debe en buena parte a que la ampliación del 2004, con diez nuevos países que figuran entre los más pobres de la UE, ha aumentado la riqueza relativa de España en el conjunto de los 25.

En el primer capítulo están las regiones españolas cuyo PIB per cápita es inferior al 75% de la media de la UE: Extremadura (pasa del 50 al 40%); y Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha del 40 al 30%.

La Comisión Europea explicó que, como las regiones de esa categoría tienen niveles de renta muy variados --entre el 32,2 y el 74,9 de la media de la Unión Europea--, se han dividido en tres categorías, y el nivel de ayudas autorizadas va acorde con la riqueza regional.