La Comisión Europea sigue la situación de la fiebre catarral ovina (lengua azul) en España tras detectarse en Extremadura un brote cerca de la frontera con las regiones portuguesas de Beira Baixa y Alentejo.

El parlamentario portugués Nuno Melo, del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), ha pedido a la Comisión Europea que explique "qué procedimientos se han adoptado para evitar que esta enfermedad se propague a los países vecinos, en particular a Portugal".

En su respuesta, la Comisión, según publica el Parlamento Europeo, dice que "continúa dando seguimiento a la situación de la fiebre catarral" atendiendo al programa de vacunación obligatoria establecido en Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla y León.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) publicó el pasado mes de abril una normativa con la que volvió a establecer como obligatoria la vacunación frente al serotipo 1 en aquellas áreas de mayor riesgo tras detectarse la circulación viral en zonas del norte de Extremadura, oeste de Toledo y suroeste de Castilla y León.

Los ganaderos tendrán que vacunar antes del 31 de julio a 370.000 vacas y 570.000 ovejas, según calculó el responsable de ganadería de carne de Asaja, Adolfo Alcalde, quien precisó que la mayoría de las reses que tendrán que vacunarse se encuentra en la provincia de Cáceres (300.000 bovinos y 440.000 ovinos).

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente facilitó a Extremadura vacunas para la lucha contra la lengua azul por valor de 750.000 euros.

Magrama explicó que la enfermedad de la lengua azul, de la que hace 10 años se detectaron en España los serotipos 1, 2,4 y 8, ha ido progresivamente remitiendo, lo que permitió, a partir del 1 de julio de 2011, que la vacunación dejara de ser obligatoria, pasando a ser voluntaria.

Detalló que si bien esa decisión fue acertada para el conjunto del territorio nacional, la persistencia de circulación viral en la zona norte de la provincia de Cáceres y en la zona adyacente de Portugal hizo necesario adoptar, de manera preventiva, la vacunación obligatoria.

La enfermedad de la lengua azul -transmitido por un mosquito culicóide- se manifiesta en ovejas -cuya boca se tiñe de ese color y sufren fiebres-, pero no implica ningún riesgo para los humanos que pudieran consumir su carne.

En las vacas ni siquiera da síntomas -ni el bovino, ni el ganadero se enteran de que la tiene-, pero sí son vectores de transmisión, remarcó Adolfo Alcalde.