Uno de los objetivos de Mónica Pérez García (Badajoz, 33 años) es crear en la región un colegio profesional de dietistas y nutricionistas para que esta profesión, «tan necesaria y todavía desconocida», tenga más peso en la sociedad y contribuya a mejorar la salud de los extremeños. «Queremos conseguir cambios, hacer propuestas, proyectos, actividades, evitar el intrusismo...», cuenta. Con ese objetivo nació en 2014 la Asociación pro-colegio profesional de Dietistas y Nutricionistas de Extremadura (Aexdn), que preside Pérez. Es diplomada en Nutrición Humana y Dietética, también en Enfermería, y cuenta con consulta privada en varias clínicas de la región.

-¿Cómo es la alimentación de los extremeños?

-Si nos fijamos en las cifras de obesidad, por ejemplo, en las que Extremadura suele estar a la cabeza, nos damos cuenta de que no se trata de una alimentación modélica. El consumo de productos cárnicos es muy elevado, así como azúcares, precocinados... La cultura dietética se encuentra en pañales y la educación nutricional se hace muy necesaria para revertir estas cifras, cambiar hábitos y costumbres poco saludables que están muy arraigadas y mejorar la salud de los extremeños. Si en algo tan imprescindible como es la sanidad pública nos encontramos con la ausencia del dietista-nutricionista, podemos explicarnos las cifras alarmantes de obesidad y otras patologías e incluso desnutrición en ancianos.

-¿Qué alimentos habría que consumir más y menos para mantener una vida saludable?

-Se necesita aumentar la ingesta de alimentos de origen vegetal (vegetales, hortalizas, legumbres, frutas, frutos secos y semillas, cereales integrales) y disminuir los de origen animal. La alimentación actual se caracteriza por justamente lo contrario. Evitar alimentos azucarados, bollería, repostería, harinas refinadas, alimentos procesados... y abandonar el consumo de alcohol.

-¿Y en cuestión de hábitos?

-Además de las ingestas de alimentos que hemos comentado, también es importante hacer hincapié en aumentar la ingesta de agua frente a otro tipo de bebidas y refrescos azucarados/energéticos/alcohólicos. Fomentar el cocinado y no las comidas rápidas y los procesados que metemos en la freidora o un minuto al microondas y listo. Implicar a toda la familia, desde los más pequeños, en la organización, la compra y la elaboración de las comidas. Cambiar el chip del formato arcaico de desayuno, media mañana y meriendas en las que la bollería y cereales azucarados parecen ser la única opción, ¡error!. Y realizar ejercicio físico de manera habitual; somos una población sedentaria y el cuerpo no está preparado para la quietud, necesita movimiento.

-Por su experiencia, ¿cree que los extremeños se preocupan por su alimentación?

-El panorama que me encuentro día a día en la consulta es que el paciente tiene una confusión y mezcla de ideas derivada del bombardeo mediático y la publicidad engañosa. Existe una preocupación por la alimentación y la salud pero una escasa motivación al cambio de hábitos o ideas erróneas arraigadas. La educación nutricional y los resultados obtenidos son los que poco a poco van permitiendo esa modificación de hábitos.

-¿Qué alimento no debería faltar nunca en la mesa?

-Más que un alimento en concreto hablaría de alimentos de origen vegetal y agua. Son imprescindibles.

-¿Existen las dietas milagro? ¿Qué recomienda a una persona que desee perder peso?

-Las dietas milagro son un engaño y un riesgo para la salud. Prometen objetivos imposibles de mantener en el tiempo y, desde luego, no educan en materia de alimentación, todo lo contrario. Teniendo en cuenta que comemos diariamente y varias veces en el día, afortunadamente, nos resultaría más sano (y económico) aprender a comer de manera saludable para que desde el más pequeño de la casa al mayor puedan gozar de buena salud y disfrutar en torno a la mesa. Si se quiere perder peso hay que dejarse aconsejar por un dietista-nutricionista (no por un experto en... o con un cursillo de...) que estudiará cada caso en particular y aconsejará y educará individualmente y adaptado a los condicionantes personales. Un buen dietista-nutricionista jamás podrá venderte un arsenal de pastillas milagrosas, quemadoras y deportivas, ni deberá prometerte metas inalcanzables ni perjudiciales. Con la salud no debemos jugar.

-Últimamente se habla mucho de superalimentos (quinoa, semillas de chía, kale...) ¿son realmente superalimentos que mejoran nuestra salud?

-No existe ningún superalimento, siento decirlo tan tajantemente. Existen alimentos muy saludables por su composición nutricional, aquellos que convendría que ocuparan en mayor medida la cesta de la compra, pero ninguno por sí solo es la solución a todos nuestros males. Lo importante es el conjunto de toda la alimentación. No hay más secretos ni pócimas mágicas.

-¿Qué papel juega el dietista en la salud de la población?

-La labor del dietista-nutricionista ocupa desde la salud, a la investigación, la docencia o la industria. Cualquier etapa de la vida, cualquier proceso fisiológico (embarazo, lactancia, menopausia) y en cualquier proceso de salud-enfermedad está implicada la alimentación. Queda mucho por hacer y muchos beneficios de los que puede disfrutar la población.

-¿Cuál es el prototipo de paciente que acude al nutricionista?

-La mayoría de pacientes acude a consulta para perder peso, pero me alegra comprobar que cada vez son más los que demandan esa educación nutricional tan necesaria o que a raíz de un problema de salud quieren mejorar o prevenir, deportistas que conocen la importancia de la alimentación para mejorar su rendimiento, embarazadas que desde el minuto 0 quieren ofrecerle el mejor estado de salud a su pequeño, padres preocupados por el peso y la salud de sus hijos, población que desea información para comenzar una dieta vegetariana, personas que no consiguen aumentar de peso.... El abanico es my amplio y los dietistas-nutricionistas queremos ayudar.