Alumnos en las ventanas, vecinos tras las vallas... Con gran expectación vivió ayer Torrejoncillo su primera visita real. Antes de la llegada de la reina Letizia, todo eran elogios para ella y, cuando se marchó, todavía lo fueron en mayor medida. Porque, a pesar del protocolo y las medidas y el personal de seguridad que la acompañaban, su majestad se mostró cercana a todos, atenta a las peticiones de unos y otros, e incluso a los gestos, como el de una joven alumna que lloraba en la foto de familia del IESO Vía Dalmacia. Doña Letizia se sentó con los alumnos, charló con ellos, se interesó por su trabajo en el colegio y el instituto y no tuvo un mal gesto, al contrario. De ahí que la agasajaran con regalos, aplausos, vítores y felicitándola por su cumpleaños. Torrejoncillo no olvidará su visita.