El periodista José Julián Barriga considera que España no ha sabido combatir "la proliferación de afirmaciones o exageraciones que integran la campaña antiespañola" derivada de la leyenda negra por la conquista, pero es, a su vez, el que mejor ha hecho un ejercicio sincero de autocrítica sobre este acontecimiento.

Salvo en muy contadas excepciones, España, "en todos los tiempos y en todas las circunstancias", nunca lo supo combatir, ha remarcado Barriga en la ponencia ofrecida hoy en Trujillo (Cáceres), en el marco del congreso internacional sobre Hernán Cortés.

En su conferencia, titulada La leyenda negra y su influencia en la imagen de la España actual, con especial referencia a Extremadura, Barriga ha expuesto que "no hemos sido capaces de asentar la verdad histórica en torno a la voluntad de los Reinos de España de proteger a los indios".

"Si hubiéramos sido más diligentes y persuasivos, la leyenda negra no habría prosperado", ha manifestado el también miembro de la Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, quien ha recordado, a modo de ejemplo, que "las primeras iglesias promovían la instrucción de los indígenas y alentaban su formación en las artes mecánicas y condenaban los abusos de los encomenderos".

Asimismo, la reina Isabel, dos años después del descubrimiento (1494), sometió a consulta de una junta de teólogos y letrados la prohibición de la esclavitud de los indios. De hecho, en su testamento ordena que los indios no reciban agravios y sean "bien e justamente tratados".

A su juicio, la leyenda negra no es un tema del pasado, un tema histórico en el sentido temporal, "sino que, por el contrario, está presente en muchos de los conflictos ideológicos, políticos y sociales del presente".

"Es una especie de virus, una hidra de mil cabezas, que reaparece en todos los periodos históricos, con una sorprendente capacidad de adaptación a todas las contingencias en las que el prestigio de España está comprometido", ha manifestado el periodista.

En su opinión, la Leyenda Negra es, hoy día, uno de los asuntos historiográficos "que más confrontación ideológica provoca a nivel intelectual", y en los que se entremezclan, en la mayoría de los casos de forma confusa, "los aspectos emocionales con los estrictamente históricos".

En este marco, entiende que existe "una cierta simetría" en la conformación del pensamiento historiográfico en esta materia.

El sector conservador, "propenso -afirma- al negacionismo de los hechos" en que se basa la leyenda negra, es "acrítico ante los evidentes abusos cometidos", mientras que el sector de izquierdas se ha mostrado "proclive a aceptar e incluso a acentuar los argumentos, muchas veces los tópicos, en que se fundamenta la leyenda".

Convencido de que "los desastres causados" por la leyenda negra a lo largo de la historia se deben, "en una altísima proporción, a la deficiente gestión que se ha hecho en todas las épocas de los intereses de España en el exterior", Barriga se ha referido "al complejo" que aqueja a las instituciones española a la hora de hacer una defensa del legado histórico en América.

A su juicio, según ha agregado, "por culpa de la interpretación demagógica y sesgada que hizo el régimen de Franco del descubrimiento y de la conquista".

"El franquismo utilizó la historia como instrumento político para catequizar a los españoles en defensa de un sistema totalitario de poder", ha dicho Barriga, quien entiende que los conceptos asociados a la relación de España con América -hispanidad, raza, imperio, los conquistadores y sus nombres-, terminaron "contaminándose de los ingredientes más desdichados de la Dictadura".

"¿Qué hacer?", se ha preguntado el académico; en primer lugar, "perder el miedo a la verdad histórica fomentando la investigación solvente y científica sobre todos los aspectos que conforman la presencia española en América".

En el marco de esa verdad histórica aparece el hecho de que "muchos españoles, demasiados, cometieron atropellos y vejaciones contra la población indígena", de ahí que, precisamente por ello, se derive "una mayor responsabilidad de España para mantener y actualizar su vinculación con América".

Sin embargo, Barriga se ha mostrado optimista de "equilibrar la balanza del juicio histórico" sobre el papel de España a través de investigaciones más rigurosas.

Por ello, ha instado a promover la investigación histórica solvente y contextualizada, crear un órgano de coordinación de las actividades relacionadas con América, impulsar programas de colaboración académica, elaborar un estudio sobre los contenidos escolares que se imparten en España e Iberoamérica "para tratar de que respondan a la verdad histórica".