El premio Nacional de Economía y Medio Ambiente 2002 y presidente de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales (Aerna), Pablo Campos, subraya que la clave del desarrollo de Extremadura se encuentra en su "gran riqueza de paisajes naturales e históricos". Campos, quien impartió la conferencia Valoración de la renta y el capital de los montes en una sociedad avanzada, en el marco de las Jornadas sobre Bosques, Cambio Climático y Medio Ambiente, que se celebran en la Asamblea de Extremadura, reivindica el "derecho a contaminar" como una opción de "cada uno", no obstante, teniendo en cuenta el "enorme potencial natural" que tiene esta región, el camino "adecuado" no pasa por "tener la casa sucia como el vecino", sino, más bien, por explotar "el nicho favorable" de los recursos naturales. Tal y como observa, actualmente, las instituciones de la Unión Europea, incluidas las españolas, "gastan una cantidad considerable de dinero para producir bienes públicos en los montes", entre otras cosas, porque "el interés medioambiental es al mismo tiempo un interés económico". "El sector forestal está creciendo muchísimo, porque un cuadro de Van Gogh cada día cuesta más y las dehesas son precisamente cuadros de Van Gogh. Por tanto, los montes son cada vez más importantes, porque las personas están dispuestas a pagar mucho a cambio de disfrutarlos", aclara Campos, quien apostilla que "lo que vende de los montes no es tanto que producen madera, sino que ofrecen bienestar". Por este motivo, Extremadura tiene "enormes posibilidades de vender servicios de ocio", teniendo en cuenta que esas prestaciones "no se venden sólo por estar allí, sino que requieren que se fabrique todo un producto en torno a esa riqueza natural". Al respecto, agrega que "si los humanos no hubiesen construido las dehesas en base a los recursos de los que disponían, al menos un tercio de Extremadura estaría llena de matorrales impenetrables", lo que prueba, a su juicio, que la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible "son perfectamente compatibles" con el crecimiento económico, "siempre y cuando se gestionen adecuadamente los recursos".