Investigadores del Centro "Finca La Orden-Valdesequera" han determinado que los roedores, principalmente las ratas, son un importante vector de transmisión de la leptospirosis en el ganado porcino y han recomendado impedir que las ratas accedan al agua y al alimento y "sobre todo, desratizaciones efectivas".

En una nota, la Junta de Extremadura ha informado hoy de que así lo señalan estudios hechos por los expertos Alfredo García y Lourdes García.

En concreto, el trabajo, financiado conjuntamente por la Junta de Extremadura y el Fondo Europeo FEDER, se ha centrado en porcino ibérico en extensivo, donde las plagas son muy difíciles de controlar, aunque la mayor parte de las explotaciones chequeadas eran mixtas, es decir, con presencia también de ganado vacuno, ovino o caprino.

Esta enfermedad, que se manifiesta principalmente de forma subclínica en el ganado porcino, pasando muchas veces desapercibida, clínicamente se caracteriza por abortos, fetos momificados y nacimiento de lechones débiles que mueren a los pocos días, lo que ocasiona importantes pérdidas económicas.

Hasta el momento, se agrega, no existían estudios epidemiológicos en Extremadura sobre la prevalencia y serovares presentes en las ratas que cohabitan con el ganado en explotaciones extensivas, consideradas reservorios principales de esta enfermedad.

A través de técnicas diagnósticas como Microaglutinación en campo oscuro (MAT) que detecta la presencia de anticuerpos frente a Leptospira spp en el animal, se ha establecido una prevalencia del 13,84 por ciento en la población de ratas chequeadas, lo que demuestra su contacto con la bacteria.

Además a través de la Reacción en Cadena de la polimerasa (PCR) de riñón, un 2,84 por ciento de las ratas testadas, fueron positivas, lo que indica la presencia de la bacteria en este tejido y convierte al animal infectado en una potencial fuente de contagio para el ganado, puesto que la bacteria es eliminada a través de la orina.

Para luchar contra esta enfermedad, los investigadores recomiendan medidas como impedir que las ratas accedan al agua y alimento de los animales mediante un correcto sistema de aislamiento, evitar zonas encharcadas, ya que la bacteria sobrevive muy bien en condiciones de humedad.

Sin embargo, aconsejan "sobre todo, desratizaciones efectivas, ya que es muy importante que se eliminen los vectores de transmisión, en este caso las ratas".