Al igual que se ha hecho con los accidentes de tráfico o con la violencia doméstica, los expertos consideran que el maltrato a menores necesita de una amonestación social. "Hay que poner en marcha campañas de sensibilización, para que se hagan públicas estas agresiones, pero también hay que incidir en el tema de la educación y sobre todo estar con los niños", explica Jesús García Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil, quien se muestra partidario de educar "en el esfuerzo, no en la permisividad".

Junto a las conocidas formas de maltrato, el físico, el emocional (reiterados insultos), la negligencia o los abusos sexuales, surgen otros como el institucional y el que se genera "por las nuevas adiciones sociales". Entre ellos se sitúa el que se crea cuando padres vegetarianos no contribuyen al desarrollo adecuado de su hijo, los grupos "antivacunas" o "antiescuela" o el que desemboca en los niños "del botellón cibernético".