Una cuarta parte de los cánceres colorrectales tiene asociación familiar, pero en muchos casos no se sabe qué genes están involucrados, por lo que conocerlos sería fundamental para entender la biología del tumor y para poder diagnosticar y prevenir los casos familiares", afirman algunos investigadores, como José Antonio García Agúndez, de la Universidad de Extremadura (Uex), y Angel Carracedo, de la Universidad de Santiago.

De ahí la enorme importancia clínica que para la clasificación y diagnóstico de este tipo de tumores tienen los dos estudios internacionales en los que han participado varios grupos de investigación españoles, entre ellos el de la Universidad de Extremadura, y que han identificado tres nuevas variantes genéticas asociadas a un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

En uno de estos trabajos, concretamente en el que ha participado el investigador de la Uex José A. G. Agúndez, se ha realizado un extenso estudio de asociación del genoma completo, en el que se han replicado los hallazgos de cada fase en un mayor número de muestras para asegurar los hallazgos, y han descubierto una asociación inequívoca entre el cáncer colorrectal y dos regiones del genoma, los cromosomas 8 y 10. La variante de riesgo en el cromosoma 8 está cerca del gen EIF3H, que se conoce por encontrarse en cantidades excesivas en otros cánceres.

Agúndez explica que "se han detectado once mutaciones que se relacionan con un alto riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, y entre ellas hay dos que muestran un grado de asociación extraordinariamente alto. Los portadores de estas mutaciones tienen un riesgo mucho más elevado de tener cáncer colorrectal que el resto de la población".

Por su parte, Angel Carracedo, para quien el estudio demuestra "la utilidad de los estudios de asociación utilizando genomas completos para encontrar genes de susceptibilidad en enfermedades complejas como el cáncer", insiste en la "enorme importancia clínica" del hallazgo "para la clasificación y diagnóstico de este tipo de tumores".

AVANCES EN GENETICA Este importante trabajo de investigación ha sido dirigido por Ian Tomlinson y Richard Houlston, del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres (Reino Unido), y además de la Universidad de Extremadura y la Fundación Gallega de Medicina Xenómica y el nodo del Centro de Genotipado de la Universidad de Santiago, en él han participado también el Hospital Clinic de Barcelona y el Consorcio Epicolon, y el Hospital Universitario San Carlos de Madrid.

Según explica Agúndez, director del grupo de Farmacogenómica y Metabolismo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura, en el trabajo dirigido por Ian Tomlinson y Richard Houlston se han analizado más de 55.0000 mutaciones en el genoma. Hasta el momento, indica, "los estudios genéticos se hacían de forma dirigida: por motivos operativos solo se podían estudiar unas pocas mutaciones en los pacientes de modo que para estos estudios se seleccionaban los genes más probables para su análisis".

La novedad de los estudios pangenómicos, señala el investigador de Extremadura, consiste en que en la actualidad se pueden analizar más de 500.000 mutaciones en cada paciente, y en breve la capacidad aumentará hasta superar los tres millones de mutaciones. "De este modo se puede analizar la práctica totalidad de las variaciones genéticas sin utilizar ideas preconcebidas", matiza.

Agúndez añade que una vez identificadas las variaciones genéticas que se relacionan con el riesgo, es sencillo el desarrollo de pruebas genéticas que permitan detectar pacientes con alto riesgo a los que se puede hacer un control exhaustivo para que, si desarrollan el cáncer, su detección ocurra en etapas tempranas y mejore por lo tanto su pronóstico.

"En el ámbito de la medicina personalizada estas pruebas genéticas ya están en uso para optimizar tratamientos y evitar reacciones adversas. Ya que estos análisis genéticos cada vez tienen más capacidad y un menor coste, a partir de estudios como este podemos extender la medicina personalizada a la prevención de la enfermedad y no solo al tratamiento, como se ha estado haciendo hasta el momento", concluye José A. G. Agúndez.