Manuel Amigo insistió ayer en que todo se ha debido a una "acumulación de circunstancias" a las que se ha añadido el morbo de los errores ortográficos y de que él alquile un local a la empresa en cuestión. Amigo insistió en que no ha habido ninguna irregularidad y sí un "error gravísimo de la empresa", pese a lo cual aún no se ha decidido si se llevará el caso a los tribunales.

De momento, Amigo ya ha pedido comparecer "lo antes posible" ante la Asamblea de Extremadura para dar todos los detalles de esta "confusión". El consejero dijo no entender "cómo alguien sin contrato puede hacer una cosa así". "Se han tirado sin paracaídas", añadió, y ahora tendrá que asumir su elevado coste.