El consejero de Sanidad y Políticas y Políticas Sociales de Extremadura, José María Vergeles, ha justificado la abstención de Extremadura en el reparto de los fondos del nuevo Plan de Vivienda 2018-2021 en que "genera más dudas que certidumbres".

Según señala el Ejecutivo, Vergeles ha asegurado que aunque los fondos destinados a Extremadura para los cuatro años de vigencia del plan son prácticamente iguales que en el anterior, 41,2 millones de euros "hay mucho que hablar sobre el nuevo plan".

El consejero considera que ha habido "un cambio de reglas de juego a mitad del partido" y eso es algo que no permitirá Extremadura porque las líneas de subvenciones que habían intentado pactar con el Ministerio de Fomento no se han respetado en su totalidad.

Otro de los problemas es el relacionado con la cofinanciación del plan, ya que obliga a las comunidades autónomas a poner un 30 por ciento de la línea de ayudas, algo que no ha ocurrido en los planes de vivienda previos.

Para Vergeles, aunque la medida no afecta al primer año de vigencia del plan se trata de un esfuerzo financiero para las comunidades autónomas que no se hacía antes.

También ha declarado que para acceder a las líneas de ayuda a los jóvenes "hay que ser pudiente, porque cubre solo un porcentaje de la ayuda al alquiler o la entrada, insuficiente para que se puedan emancipar".

El consejero extremeño también ha criticado que, en un intento de revitalizar el medio rural, que en principio podría venir bien a Extremadura, lo limitan a las poblaciones que no superan los 5.000 habitantes.

De esta manera, cuando se habla de las ayudas a las personas que han sido víctimas de una ejecución hipotecaria hay un problema "porque las bolsa de alquiler asequible de vivienda en esas poblaciones es mucho menor que en las de más de 5.000 habitantes".

"Las casas vacías que tienen los bancos están en poblaciones muy superiores a 5.000 habitantes", ha explicado.