El informe socioeconómico de la agricultura española, elaborado por la Fundación de Estudios Rurales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y presentado ayer en Mérida, confirma que Extremadura es una potencia nacional, en términos de producción, en hasta 17 sectores agrarios, a los que habría que sumar el tomate para concentrado, que no se incluye en el estudio.

Esto supone, entre otras cosas, que en las últimas campañas la región ha ganado posiciones en algunos sectores, como ocurre en la carne de caprino y la miel. De esta forma, la comunidad fue el año pasado la zona española donde se produjo más tabaco y más garbanzo, acaparando el 85% de la producción total en el primer caso y el 44% en el segundo. Asimismo, ocupa el segundo lugar en lo que se refiere al arroz, la aceituna de mesa, la uva para vino, la cereza, la soja, la carne de vacuno y de ovino y el triticale. A esto se suma que Extremadura ocupa el tercer escalón del podio en la producción de avena, maiz, algodón, aceite de oliva, miel, leche de oveja y carne de caprino.

A la hora de valorar la campaña del 2003, el secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, señaló que fue un "año normal" en prácticamente todos los sectores.

EXCEPCIONES Las única excepción fue la del sector apícola, cuya producción se redujo un 24% debido a la climatología adversa, especialmente debido a la ola de calor que se registró el pasado verano y a los incendios. Esta campaña no ha empezado tan bien debido a que, añadió Huertas, los precios están siendo "muy bajos" si se tiene en cuenta la producción real y el sector frutícola está en plena crisis.

El dirigente agrario resaltó que la pasada campaña estuvo marcada por la aprobación de la reforma intermedia de la Política Agraria Común (PAC), la más importante desde 1992 y que supone la desvinculación gradual de las ayudas de la producción, que se completará en el 2013. Huertas indicó que esto puede provocar la desaparición del sector y, con ello, de los pueblos, puesto que "agricultores y ganaderos somos el motor de la economía rural".

Por lo que se refiere al futuro de la agricultura, se mostró partidario de afrontar una apuesta clara por la economía familiar, "la única explotación que debe tener cabida en el futuro" porque se ha demostrado, dijo, que es "la única que genera riqueza y empleo". En este sentido, valoró positivamente dos medidas anunciadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, como son la discriminación positiva en el reparto de ayuda y la reforma de la ley de arrendamientos rústicos, una norma que hasta ahora ponía en peligro a las pequeñas y medianas explotaciones, según Huertas.

TRAZABILIDAD Otro de los aspectos en los que a su juicio debe incidir el sector es en la trazabilidad de la producción, "muy importante en los próximos años" debido a que agriculturas como la extremeña no podrán competir con las de países subdesarrollados. Por eso, se debe incidir en la calidad y la seguridad alimentaria, lo que entra de lleno en la trazabilidad.