Las autonomías de Extremadura y Castilla y León son las que tienen más pobres por cada rico, con 182 y 118, respectivamente, mientras que en el extremo contrario figuran Madrid y Cataluña con 11 y 22, respectivamente. Así lo señala el informe "La situación social en España", realizado por el Observatorio Social de España, publicado recientemente y recogido hoy por Efe.

El análisis, en su apartado referido al IRPF, explica que de la lectura de los datos de ese impuesto relativos a 2002 "es más que evidente la extrema desigualdad regional en la distribución de la renta". Esto se cumple tanto si se comparan las rentas más altas y las más bajas -dentro de una división de diez- con un rico por cada 182 pobres en Extremadura, 118 en Castilla y León, frente a los 22 o 11 que hay en Cataluña y Madrid; como si se hace con los declarantes que pertenecen a las tres decilas de más renta y las tres de menos.

Entre los dos extremos se sitúan el resto de las Comunidades, con 40,7 pobres por cada rico en el caso de Baleares, 42,2 en el de Cantabria, 48 en el de Canarias, 49,1 en Aragón, 50,2 en La Rioja, 54,4 en Castilla-La Mancha, 60,1 en Asturias, 70,9 en Murcia, 75,8 en Andalucía, 80 en Galicia, y 84,5 en la Comunidad Valenciana. En Cataluña y Madrid hay solo 6,1 y 3,8 declarantes, respectivamente que forman parte de las tres decilas con menor renta, mientras que en Castilla y León son 16,2 y en Extremadura 19,1.

Diferencias enormes

En España en 2002 había 5.472.766 declarantes pertenecientes a la decila 1, la de menor renta, de ellos 1.021.025 en Andalucía (el 18,7 por ciento), 844.169 en Cataluña (15,4%) y 717.789 (13,1%) en la Comunidad Valenciana, mientras que en La Rioja eran 47.928 (0,9%) y en Cantabria 76.396 (1,4 por ciento). En términos relativos, en función del tamaño de cada Comunidad, son Madrid, con 2.286 pobres por cada 10.000, y Cataluña, con 2.923, las que tienen un menor porcentaje de contribuyentes con menor renta -la media española está en 3.545-, mientras que en el extremo contrario se encuentran Extremadura, con 5.046 por cada 10.000, y Castilla-La Mancha, con 4.444.

Es decir, en Madrid sólo el 23 por ciento de los declarantes pertenecen a la decila de renta más baja, mientras que en Extremadura asciende al 50,5, más del doble de los existentes en la comunidad madrileña. En cuanto a los más ricos, son 149.920 los declarantes que pertenecen a la decila 10, la de más renta en España, de ellos 50.920 en Madrid (34 por ciento), 38.652 en Cataluña (25,8%) y 13.465 en Andalucía (9%), con 956 en La Rioja (0,6%) y 1.027 (0,7%) en Extremadura, en el extremo contrario.

En términos relativos, Madrid tiene 211 ricos por cada 10.000 habitantes -la media española es de 97- seguida de Cataluña con 134, mientras que en el lado contrario figuran de nuevo Extremadura, con 28, Castilla-La Mancha, con 37 y Castilla y León con 46. Si se comparan los casos extremos "el porcentaje de "ricos" madrileños es 7,5 por ciento veces mayor al de "ricos" extremeños", según concluye el estudio.

Los autores del informe relativo a IRPF del informe social, los profesores de la Universidad de Valladolid Zenón Jiménez-Ridruejo y Julio López Díaz, concluyen que en 2002, el efecto de la subida del tipo efectivo del impuesto y su no deflación, "ha penalizado menos a las comunidades autónomas con un mayor porcentaje de contribuyentes en las decilas de renta media y alta, en detrimento de las que tiene mayor proporción con rentas medias y bajas". Es decir, "se ha tratado mejor a los "ricos" que a los "pobres", y se "ha redistribuido la renta negativamente no sólo en términos personales, sino también en términos territoriales".