Extremadura perdió 2.627 habitantes entre el 1 de enero y el 1 de julio de 2019, lo que representa un descenso del 0,25 por ciento, el más acusado de las cuatro autonomías que vieron decrecer su población en este periodo, pues en las trece restantes aumentó.

A un crecimiento vegetativo (nacimientos menos defunciones) negativo de 2.303 personas durante este periodo en la región, se suma una aportación también negativa de la inmigración con un saldo de -307, según las Cifras de Población (CP) y la Estadística de Migraciones (EM) difundidas este miércoles por el INE.

De este modo, los datos sitúan a Extremadura como la primera de las cuatro autonomías que pierden habitantes -seguida de Asturias (0,22%), Castilla y León (0,20%) y Galicia (0,06)-, mientras que el resto ganaron población, con una media nacional del 0,35 por ciento, con Islas Baleares a la cabeza con un alza del 0,87 por ciento.

La estadística aportada por el INE distingue entre el saldo migratorio exterior, que mide la diferencia entre las personas que llegaron desde el extranjero y las que se fueron a otros países, y coloca a Extremadura con un saldo positivo de 976, y el saldo migratorio interior, en el que la Comunidad perdió a 1.283 personas que emigraron a otras autonomías.

Precisamente, Extremadura es la autonomía que más personas perdió con destino a otras autonomías, seguida de Andalucía (1.107 emigrados) y Castilla y León (1.034), mientras que en la situación opuesta se registraron incrementos de población procedentes de otras autonomías en Aragón (837), Castilla-La Mancha (656) y la Comunidad de Madrid (552).

En el conjunto del país, la población residente aumentó en 163.336 personas en el primer semestre de 2019, lo que situó en 47.100.396 el numero total de habitantes, debido, fundamentalmente, a la llegada de inmigrantes.