La Junta de Extremadura prevé cerrar el año 2019 con un déficit de en torno al 1% del PIB, debido a un incremento del gasto en 210 millones de euros por el aumento del gasto en personal (101 millones), farmacéutico y recetas médicas (20), la bonificación de matrículas universitarias (3) y la no devolución del IVA de diciembre de 2017 (86).

Esto abocará al Ejecutivo extremeño a presentar al Ministerio de Hacienda un nuevo Plan Económico y Financiero (PEF) en el que se incidirá en la corrección del déficit mediante el principal instrumento para ello: los presupuestos generales de Extremadura de 2020, aprobados en la Asamblea el 24 de enero.

Las cuentas autonómicas contribuirán desde dos variables: el aumento significativo de la recaudación, en la vía de los ingresos, y la contención del gasto público.

Así lo ha manifestado el secretario general de Presupuestos y Financiación, Isidoro Novas García, durante su comparecencia, a petición del PP, en la Comisión de Hacienda de la Asamblea para detallar las medidas de la Junta con el objetivo de reducir el déficit.

Novas ha detallado que las medidas en materia de personal que han supuesto un aumento del gasto en 2019 están relacionadas con el acuerdo firmado en marzo de 2018 con los sindicatos para la mejora del empleo público y de las condiciones de trabajo, la flexibilización de la jornada y el desarrollo de la carrera profesional.

El turno rotatorio y atención continuada del personal sanitario, las mejoras retributivas del personal del Infoex y la equiparación de los complementos específicos A3 y B3 son otras de las medidas que ha citado.

A ello ha sumado las derivadas del coste de la Seguridad Social con el incremento, por un cambio normativo, de la base de cotización máxima (un 7%), de la tarifa para la cotización por accidentes de trabajo y enfermedad profesional (del 1 al 1,5%) y por la conversión de las cotizaciones del personal docente de Muface a la Seguridad Social.