Extremadura es la quinta región con con un mayor número de médicos en la Sanidad Pública por cada 100.000 habitantes, en concreto 242,83, según un estudio presentado hoy por el Foro de la Profesión Médica, que desvela que las diferencias territoriales en el Sistema Nacional de Salud (SNS) son "escandalosas".

La Sanidad, a la que tienen derecho en igualdad de condiciones todos los españoles, se ha convertido en un sistema "fragmentado" en diecisiete departamentos, ha denunciado en una rueda de prensa el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín.

Aragón -con 270,31 facultativos por cada cien mil habitantes- es la Comunidad de España con mayor número de estos profesionales frente a Cataluña, que ocupa el último lugar de la lista con 128,66, según datos correspondientes a 2008.

Esto no significa, ha apostillado Rodríguez Sendín, que los aragoneses dispongan del número adecuado de galenos por usuario, ya que la inmensa mayoría se concentran en la provincia de Zaragoza, dejando desatendidas Huesca y Teruel, y sin que exista ningún mecanismo para corregir esta situación.

La lista la continúan Castilla y León (260,85), Castilla-La Mancha (247,34), Asturias (246,94), Extremadura (242,83), Cantabria (238,28), Navarra (233,75), Madrid (226,12), La Rioja (224,43), Galicia (223,53), País Vasco (218,67), Murcia (213,27) y la Comunidad Valenciana (203,19).

Por debajo de la media nacional (201,79), se sitúan Canarias (196,63), Ceuta y Melilla (186,68), Andalucía (185,62), Baleares (143,60) y, finalmente, Cataluña.

En el conjunto de los 31 países incluidos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la posición española en número de médicos asistenciales se sitúa por encima de la media -3,5 por cada 1.000 habitantes frente a 3,1-.

Tal valor medio es superado por todas las CC.AA. salvo Melilla, Castilla-La Mancha, Murcia, Ceuta y Andalucía, mientras que otras tres -Aragón, Madrid y Navarra- lideran el ránking, superando a todo el resto de países de la OCDE.

Este dato revela que en España no faltan médicos sino que su reparto es desigual en el conjunto del Estado, y las diferencias serían aún mayores si se observaran las distintas especialidades.

La carencia de un registro nacional de profesionales del SNS impide hacer esta comparativa así como gestionar correctamente sus recursos humanos, han coincidido en denunciar los portavoces de los colectivos más representativos de la profesión.

Rodríguez Sendín ha aludido además al "oscurantismo" existente en el ámbito de la gestión sanitaria, que es "manifiestamente mejorable", ya que la inversión aumenta mientras que eso no se refleja en la calidad.

El porcentaje que el gasto sanitario total ha venido representando respecto del PIB ha evolucionado en España desde el 7,2% en el año 2000 hasta el 9,0% de 2008.

Correspondieron a gasto público el 6,5% del PIB y a gasto privado el 2,5. "Lo que es lo mismo, que sólo uno de cada siete euros gastados por el sector público se destina a gasto sanitario", ha apuntado.

Además, en España la ratio gasto sanitario/PIB ha crecido a un ritmo mayor que en el conjunto de la OCDE, con un valor medio de 7,8%.

Los colectivos médicos consideran aún "más preocupante" que su cuantía el ritmo de crecimiento del gasto sanitario, porque en comparación con el conjunto de los quince países de la OCDE de mayor PIB, ha aumentado en los últimos tres decenios a un ritmo elevado.

Entre 1980 y 2008, se multiplicó en su conjunto por 2,6; en España, por 3,3; en Italia y Alemania, por 2,1; en Francia, por 2,6; en EE.UU., por 2,7, y en el Reino Unido, por 3,2.

A lo largo del último sexenio del que se dispone de datos hospitalarios (2002-2008), la población española creció un 10,5%; el número de pacientes (Altas+Cirugía Mayor Ambulatoria), un 15,3%; los médicos hospitalarios, un 27,6%; el personal de enfermería, un 25,6%, y un 27,0%, el personal administrativo.

En el período citado, el gasto hospitalario total se elevó en España en un 82%, mientras que el PIB lo hizo en un 49%. "A la vista de los datos anteriores, y teniendo en cuenta las características de la crisis económica en la que España se encuentra, un mayor control del gasto sanitario parece inevitable", ha concluido Rodríguez Sendín.